El presidente de la Xunta y líder de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, supone que los gallegos “estarán tomando buena nota” del “gran lío” en el que ve sumida a la oposición, ante el cual observa que “no hay alternativa” al PP.

En declaraciones a los medios de comunicación en un acto del PPdeG que se celebró en la Cidade da Cultura, Feijóo reivindicó a los populares como “un partido estable que puede garantizar una Galicia estable hasta el año veinte”.

distintos problemas

“Y la alternativa es que en este momento no hay una alternativa”, advirtió, para señalar que “en este momento lo que hay son distintos problemas internos dentro de los partidos”. “No hay una alternativa, ni hay un liderazgo, ni hay un programa económico, ni hay un programa social”, enumeró el jefe del Ejecutivo gallego.

A su juicio, “no interesa la alternativa” y “lo único que interesa es ver quién se coloca en las listas para tener un acta de diputado para los próximos cuatro años”, algo ante lo que subrayó que “esto a Galicia le da igual” porque “lo que quiere es tener un gobierno”.

Así, para el líder del PP gallegos, lo que se está viendo “entre mareas, Podemos, Partido Socialista y Ciudadanos” es “un gran lío”, por lo que entiende “que los gallegos estarán tomando buena nota”.

Con este discurso, el presidente del PPdeG reafirmó la petición hecha el pasado lunes de que Galicia “siga siendo la excepción de unidad y estabilidad” y de que se evite “un desgobierno de cuatro partido”.

Núñez Feijóo pidió a los suyos en Vigo que “sigan trabajando” porque el PPdeG tiene un proyecto que “va más allá del partido”. “No es una cuestión ideológica, sino de tener un gobierno útil para los gallegos, y no un gobierno útil para los partidos que lo conforman”, señaló, en alusión a sus rivales políticos.

Frente a eso, Feijóo propuso que Galicia se mantenga como una “excepción” y no se convierta en un país “dividido” por “un lío de cuatro partidos, que ni siquiera padecen los catalanes”. “Somos la garantía de los servicios públicos, y el blindaje de la seguridad política”, insistió.

El candidato reconoció que “conseguir una mayoría estable es difícil” y que “el listón está muy alto”, pero recordó sus resultados en 2009 y, sobre todo, en 2012, cuando nadie daba “un duro” por la mayoría popular.