Comienza hoy para el Racing el camino hacia Segunda. Será un trayecto más largo de lo que esperaba porque, en el liderato del grupo I desde la séptima jornada –y hasta con una renta de nueve puntos–, el equipo ferrolano estaba convencido de proclamarse campeón para tener la posibilidad de cambiar de categoría en una sola ronda. Sin embargo, la derrota frente al Atlético Astorga lo dejó en una segunda posición clasificatoria que lo obligará a superar tres eliminatorias para llegar a la categoría de plata. La primera es la que lo enfrenta al Cádiz, cuarto en el grupo IV, contra el que juega el partido de ida esta noche –21.00 horas, Ramón de Carranza– con la intención de encarrilar su pase.
Entre el “palo” anímico provocado por la derrota de la semana pasada y el hecho de perder para este partido a tres efectivos –alguno de ellos, como Joselu, fundamental para el equipo–, el Racing no se presenta a este partido en sus mejores condiciones. Sin embargo, el cuerpo técnico se ha esforzado esta semana en recuperar el ánimo de los suyos para ofrecer un buen nivel en el encuentro de esta noche y “reengancharse” por el ascenso.
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El cuadro verde espera para ello recuperar la buena imagen que ha sido habitual a lo largo de la temporada. Es decir, la de una escuadra poderosa en el aspecto ofensivo –ha sido el máximo realizador en el grupo I y el tercero que más goles ha marcado en toda la categoría– y sólida en defensa –mantuvo su portería a cero en trece de los 19 partidos de los que constó la segunda vuelta–. Serán las armas para conseguir un buen resultado en el partido de ida de la primera eliminatoria de la fase de ascenso y resolver el pase a la segunda en el choque de vuelta.
A través de esa fórmula el Racing tratará de saldar con un resultado positivo el encuentro de esta noche. Y eso pasa tanto por no perder como por marcar, por lo menos, un tanto. Y es que unas eliminatorias tan cerradas como suelen ser las que tienen el ascenso como objetivo, los pequeños detalles suelen ser los que marquen la diferencia. Por eso el cuadro verde confía en no irse de vacío de su visita al Ramón de Carranza para, de esta manera, tener la posibilidad de sentenciar bajo el amparo de A Malata.
El Cádiz, por su parte, confía en reconciliarse con su afición después de un campeonato irregular en el que, lejos de luchar por la primera posición que pretendía –la que sí logró la temporada pasada y que, sin embargo, no le hizo lograr el ascenso– se ha tenido que confomar con la cuarta plaza. Aun así, la calidad de muchos de sus jugadores y el apoyo de un público que estará cerca de llenar el recinto gaditano, parecen armas para que la escuadra local consiga poner la eliminatoria muy a su favor.