“A veces las jugadoras contrarias son mejores, eso puede pasar... pero no te pueden superar por falta de actitud”. Cuando un entrenador tan comedido como Lino López analiza así un partido es fácil adivinar dónde hizo agua el Star Center en su derrota ayer ante el Gernika. Las ferrolanas, que realizaron una primera parte soberbia, se vieron claramente superadas en la reanudación por un rival que supo leer mejor sus ventajas y que tuvo en la rusa Marina Bas y, sobre todo, en María Pina –acabó con 30 puntos, 13 rebotes, 11 faltas recibidas y ¡45! de valoración– a sus grandes valedoras.
Nada hacía pensar que el partido se le pondría tan cuesta arriba al cuadro departamental después de su fulgurante arranque de partido. Los lanzamientos triples volvieron a ser su principal argumento para abrir la defensa de un Gernika incapaz de contener el dinámico ataque de un Star Center que en un visto y no visto llegó a acumular una renta de 13 puntos que se quedaron en diez al término de ese primer cuarto (15-25, 14 de ellos de Prince, que después desapareció).
Las ferrolanas acabaron estos primeros diez minutos con 5 de 8 en triples en lo que parecía el preludio de otro festival anotador. Pero no. Quizás otro equipo asumiese que le iba a caer un chaparrón, pero el Gernika es una escuadra plagada de muy buenas jugadoras y con gran capacidad de reacción. Los triples de Díez pero, sobre todo, una María Pina dispuesta a impartir una clase magistral de cómo encarar el aro con criterio desde casi cualquier posición mantenían al cuadro vasco en el partido.
Pero, cada vez que las locales parecían echársele encima, llegaba el Star Center Uni Ferrol con su desatascador desde el perímetro para reconducir la situación. La renta se encogió y se estiró durante todo el segundo cuarto y buena parte del tercero, hasta que el Gernika comenzó a hacer más evidente los flancos débiles del cuadro departamental y a hacer daño en ellos.
Insistiendo en su juego interior, el equipo anfitrión se nutrió de canastas fáciles, pero también en otras trabajadas a base de uno, dos y hasta tres rebotes. Sin el control de los rechaces y recibiendo canastas con asiduidad, tampoco pudo el Star Center Uni Ferrol salir en transición con rapidez, así que le tocó sufrir en ataques estáticos que no llegaron a fructificar.
Decir que fueron los mejores minutos de María Pina sería injusto, pues estuvo soberbia todo el partido, pero sí es cierto que fue justo ahí, superado el ecuador del tercer cuarto, cuando hizo más daño. Y lo hizo, además, insistiendo en su superioridad sobre sus defensoras. A dos minutos y medio del final de ese parcial y, precisamente, con una canasta más adicional de la pívot, el Genika logró ponerse por delante en el marcador (62-61) por primera vez en el partido.
El Star Center Uni Ferrol estaba bloqueado. Cierto es que no veía aro, empeñado en resolver con demasiada precipitación, pero sus males estaban “atrás”. Con trece puntos abajo (78-65), las ferrolanas tocaron fondo justo antes de, con el último arreón y de nuevo desde el perímetro –acabó convirtiendo más canastas de tres (16) que de dos (11) y se quedó de nuevo a solo uno del récord del Ros Casares–, quemar el cartucho que le quedaba. Pero ayer la pólvora estaba mojada.
Un borrón, nada más. Ahora, por delante, quince días para "reiniciarse". Queda mucho que disfrutar. l