“Soy facilitador de la metodología Lego Serious Play (LSP). Diseño talleres para empresas con objetivos específicos habilidades personales, trabajo en equipo o estrategias de negocio en los que se trabajan con piezas de Lego”. Así define el pontés Óscar Naveiras su trabajo para la consultora Tecnocom. “Nos dedicamos a la gestión de cambio de las organizaciones, sobre todo vinculadas a temas de informática y vimos que con un simple curso de formación, la gente no interiorizaba conocimientos ni conceptos. Había mucho rechazo al cambio y nos propusimos buscar nuevas herramientas”.
Es así como los bloques de plástico tan característicos de la empresa juguetera entraron en su vida. “Me fui a formar a Barcelona con Lucio Margulis, al persona que más certificados tiene en el mundo, me saqué la certificación y empecé a diseñar talleres”, explica. Primero proyectos internos con los equipos de Tecnocom que no tardaron en exportar a sus clientes. “Tuvo un impacto enorme, la repercusión que tuvo en las redes sociales también causó un efecto llamada en los clientes y ahora estamos realizando un montón de talleres”, explica. Y es que quién no ha soñado con volver a ser niño.
Dinámica de los talleres
En cada taller se plantea a los participantes el reto de construir su visión de futuro, de liderazgo o cómo se ven como profesionales. “A partir del modelo construido nosotros les hacemos preguntas como qué limitaciones ves para conseguir esto, qué obstáculos se te platearían o cómo podrías hacer para sortearlos. Eso les hace reflexionar sobre sus capacidades, su potencial, sus creencias limitantes, sus retos y sobre su persona en general”, explica Óscar Naveiras. Una dinámica de trabajo que también trasladan a los talleres de estrategia de negocio. “En estos casos les pedimos que construyan su visión de negocio a dos años vista y les pedimos que lo hagan en diferentes fases. Es una manera diferente de pensar en un “roll map”, una herramienta muy visual. Te permite visualizar algo que tienes en la mente y que es abstracta. Al trasladarlo a algo físico, lo conviertes en algo muy potente”, asegura.
El juego, clave del éxito
En este escenario, el recurso Lego juega un papel clave, evocando la infancia de los participantes. “Trabajar con las piezas de Lego nos permite llegar mucho más a la gente”, asegura, “siempre partimos de un calentamiento, de un ‘warm up’ en el que la gente le pierde el miedo a coger las piezas a contar historias y hasta el sentido del ridículo y la verdad es que el estado emocional por el que pasan por un taller es increíble porque la gente se emociona, revive momentos, lo vive”.
Naveiras ya ha podido comprobar el éxito de los talleres en compañías multinacionales de distintas partes del globo. “En enero estuvimos en Bogotá, ahora iremos a Panamá, pero también hemos trabajado mucho en España y en Galicia, cómo no”. No hay quien se resista a volver a jugar como niños.