Uno de los delitos más comunes en A Coruña es el robo en tiendas. Normalmente los delincuentes buscan actuar al descuido, pero a veces se enfrentan a los empleados al ser descubiertos. En los últimos días, las autoridades han notificado varios robos o intentos de robo en zonas comerciales de la ciudad, que han acabado en detenciones. Sin embargo, fuentes cercanas señalan que no se trata más que de una pequeña parte de los casos que se producen diariamente, aunque en estos días parece que se esté dando un repunte de este fenómeno que afecta a tiendas de ropa, joyerías y perfumería, puesto que estas últimas venden objetos de pequeño tamaño y alto valor.
Un ejemplo de ello lo constituye la intervención de la Policía Local en un establecimiento de Cuatro Caminos. Fue el viernes pasado: el personal de seguridad había descubierto a un individuo de 53 años a través de las cámaras de seguridad. Había cogido unos pendientes y tratado de marcharse, pero cuando fue atrapado no tuvo ningún problema en reconocer los hechos, así que fue denunciado ante el juzgado de guardia.
El martes le tocó el turno a la plaza de Vigo: eran las seis y media de la tarde, y la dueña de un comercio estaba atendiendo a una cliente cuando un ruido le llamó la atención. Resultó ser producido por una cómplice para distraerla, y la presunta cliente con la que estaba hablando escapó a toda prisa. A la víctima le pareció sospechoso, así que consiguió retener a una de ellas hasta que llegó la Policía Local. Resultó que trataba de robar un bolso y un collar, con un valor conjunto de 660 euros.
Más violento resultó un incidente en una perfumería del Agra do Orzán. el mes pasado, a última hora de la tarde. La sospechosa, de 38 años, ya había robado en varias ocasiones en la tienda, por lo que en cuanto ese hizo con un perfume y maquillaje, la encargada y una empleada, la interceptaron y avisaron a la Policía. Pero al sospechosa se puso violenta, y forcejó para huir, empujando a la trabajadora en varias ocasiones. En la trifulca, de su bolso cayeron varios cepillos de maquillaje, pero consiguió zafarse y salir a la calle. Sin embargo, la Policía hizo acto de presencia a tiempo y la atrapó en un taxi al que acaba de subirse. Fue detenida por robo con violencia, puesto que se había enzarzado con las empleadas. Efectivamente, tenía numerosos antecedentes.
Un delito femenino
Estos casos ilustran algunas de las características de estos robos que sufre continuamente el comercio coruñés. En muchos casos son protagonizados por mujeres, que se han especializado en este tipo de delitos, y que muy a menudo actúan en equipo, tratando una de ellas de despistar a la dependienta mientras la otra trata de llevarse los objetos más valiosos a su alcance.
Los hay nacionales y extranjeros, pero parece ser que estos últimos están más organizados que sus contrapartidas coruñesas, y suelen actuar en grupos mayores. Son capaces de robar de todo, desde ropa hasta aparatos electrónicos y videojuegos.
Escasa seguridad
Se benefician también del descenso en la seguridad. Según Iván Blanco, portavoz de la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada (FTSP)-USO, solo en el último año cayeron un 25% las horas trabajadas por vigilantes de seguridad, lo que supone que muchas veces uno solo deba vigilar las cámaras y hacer la ronda. El año pasado solo se denunciaron 50 casos, los más graves.
Según el Ministerio el Interior, en A Coruña se denunciaron 3.55 robos el año pasado, lo que muestra un estancamiento (en 2017 fueron 3.591). Es una cifra mucho mayor que la de Vigo, donde se denunciaron 3.077 en 2018. A nivel gallego fueron denunciados 19.841 el año pasado. Es decir, que los robos en A Coruña son el 18% de los de toda Galicia.