“Sin el trabajo de los pescadores no podemos hacer nada”

“Sin el trabajo de 
los pescadores no podemos hacer nada”
El investigador de la SGHN, Ismael Miján, con el ejemplar de la nueva especie de cetáceo JORGE MEIS

La visión de futuro y el interés de los pescadores han hecho posible, una vez más, el descubrimiento de una nueva especie de cetáceo en aguas de Galicia, desconocida para la ciencia hasta ahora. La investigación, coordinada a nivel internacional por Ismael Miján, miembro de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) de Ferrol, ha dado a conocer el “Beneziphius cetariensis” –de “Cetaria” nombre original de Cedeira–, un espécimen de casi 8 millones de años. “Quisimos hacer un pequeño homenaje, ya que el ejemplar fue donado por Gerardo González, un pescador de la villa”, ya que sin las aportaciones de los que se dedican al oficio del mar “no podemos hacer nada”.

La investigación se ha desarrollado con expertos de diferentes partes del mundo como Bélgica –Olivier Lambert– o Gante –Stephan Louwye–, ¿cómo surgió el proyecto y qué se siente al estar al frente de un trabajo a nivel internacional?
Viene ya de largo. Más o menos esto empezó en el año 2006 cuando un pescador de Cedeira trajo un fósil al museo y a partir de ahí empecé a investigar y me di cuenta de que se trataba de una especie que no estaba documentada y que por lo tanto podía tratarse de una nueva. Hablando con el pescador me comentaba que era bastante frecuente que ellos sacasen de las redes fósiles de este tipo y no estaba documentado en la península ibérica. Entonces el boca a boca te va llevando a otros pescadores que también tenían en su casa y los donaron. A partir de ahí, me propusieron formar un equipo de investigación para trabajar tomando muestras, analizando...
Cuando estábamos terminando este trabajo apareció este cráneo pero como ya era demorar demasiado el trabajo decidimos cerrar el que ya teníamos y dejar este para más adelante. Y desde el 2013 estuvimos trabajando en él.

Es decir, que existían muchos ejemplares que nunca nadie se había parado a investigarlos...
Efectivamente. De hecho muchos estaban en casas particulares y los pescadores tenían sus pequeñas colecciones, otros estaban expuestos en bares como elemento decorativo... Conseguimos examinar más de un centenar que estaban en bastante buen estado y concluimos que había cinco especies nuevas que eran desconocidas para la ciencia. Esa fue la gran publicación que hicimos en 2013 y ahora hacemos la de la quinta, que se estima que tiene casi 8 millones de años.

¿Por qué han decidido ponerle un nombre en referencia a Cedeira?
Pues porque en la villa muchos pescadores sacan los fósiles que utilizamos y este fue donado por uno de ellos, Gerardo González. Entonces decidimos ponerle el nombre de Cedeira para hacerles una especie de homenaje, porque nosotros sin el trabajo de los que trabajan en el mar no podemos hacer nada porque son los únicos que tienen acceso a este tipo de piezas. No todos están dispuestos a donar sus especímenes al museo porque a lo mejor les tienen un aprecio especial pero hay otros que sí y gracias a eso podemos investigar.
Cabe hacer una mención especial a Carmen Rodríguez, mujer de Gerardo y profesora del área de biología del IES Punta Candieira, que vio utilidad en esos fósiles y en vez de tirarlos se preocupó en conservarlos.

Por tanto, el fenómeno del boca a boca y el hecho de que se conozca el trabajo de la SGHN es muy importante....
Totalmente. Hay muchos que te dicen que te lo prestan para investigar pero que luego se les devuelva, pero les tengo que explicar que la ciencia no funciona así. Cuando tú trabajas con una muestra no te puedes deshacer de ella porque uno de los principios básicos de nuestra disciplina es la refutabilidad, el hecho de que otro científico pueda venir a investigar esa misma pieza y completar el trabajo; es decir, que tiene que estar en una institución oficial para futuras investigaciones.
Y me atrevo a decir que hay especies nuevas en Galicia todavía sin descubrir; las he visto en casas de particulares. La gente tiene que tomar conciencia de que estas cosas pueden tener una finalidad pública y siempre se reconoce la autoría del descubrimiento.

¿En qué que contribuye este nuevo descubrimiento para futuras investigaciones?
Para empezar, de este género “beneziphius” solamente había una especie conocida en el Atlántico, que es el ejemplar está en el museo de ciencias naturales de Bruselas. Esta sería la segunda especie y nosotros tenemos el único ejemplar que hay en todo el mundo. Y cuando se define una nueva especie se define lo que se llama un holotipo, el espécimen de referencia a nivel mundial siempre que se quiera hacer un trabajo de investigación. Este sería el tercero de nuestro museo que es referencia a nivel mundial.

Con el 2017 recién estrenado, ¿cuáles son sus propósitos o peticiones para el año que acabamos de comenzar?
Lo que es la actividad diaria del museo parece que está un poco estancada porque también es difícil, sin poder disponer de personal especializado contratado; nos dedicamos a esto por pura vocación. El hecho de no poder disponer de un gerente profesional, por ejemplo, y que dependamos tanto del trabajo del voluntariado hace que un museo no pueda avanzar. Falta un poco la involucración por parte de las administraciones públicas y que quieran sacar el Museo de Historia Natural adelante. Porque se puede sacar pecho en Ferrol, ya que en Galicia tenemos solo dos centros de este tipo: uno es el “Luis Iglesias” en Santiago y luego estamos nosotros. La verdad es que se debería valorar más.

“Sin el trabajo de los pescadores no podemos hacer nada”

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