Una mujer sufre la picadura de una serpiente en el váter de su vivienda

Una mujer sufre la picadura de una serpiente en el váter de su vivienda
Picadura de serpiente en la Solaina Narón

Una joven de 30 años resultó con una picadura de serpiente cuando orinaba en el baño de su casa, en el barrio naronés de A Solaina. El suceso se produjo el pasado domingo, alrededor de las once de la noche, y la víctima fue asistida en el servicio de Urgencias del hospital Arquitecto Marcide, en donde le aplicaron el protocolo establecido para este tipo de incidencias.
Por su parte, la Policía Local de Narón y personal de la empresa Cosma, adjudicataria del servicio municipal de Aguas, establecieron un dispositivo de búsqueda del reptil por todas las tuberías del edificio, que no dio resultado. Como medida de precaución se procedió a la clausura de los inodoros de la guardería de A Solaina, situada en el bajo del inmueble, y se alertó al vecindario.
Iris Castroverde, la víctima, todavía tiene el susto en el cuerpo, además de sufrir los efectos de todas las vacunas y los antídotos que le administraron, junto con los propios efectos de la picadura y del veneno que todavía le siguen extrayendo de la herida.Aun así, accedió a relatar para este diario lo ocurrido el pasado domingo por la noche, cuando se encontraba en su casa, un primer piso de la calle Alexandre Bóveda. La joven, casada y con dos hijos de 8 y 5 años, había acostado a los niños y después de hablar con su marido, que está trabajando en Holanda, a través del  skype, se disponía a ver una película, pero antes de acomodarse fue a uno de los baños de su casa.
Según relata, cuando estaba sentada en el inodoro oyó unos fuertes golpes que parecían proceder de la bajante de aguas fecales que tenía a sus espaldas y se sorprendió, porque esa pared colinda con la entrada de su casa, por lo que no podía ser un vecino que estuviese golpeando algo. De inmediato ya notó que el movimiento se trasladaba a la taza del váter e incluso sintió una especie de chapoteo en el agua, seguidos de un tremendo picotazo  antes de que le diese tiempo a incorporarse. Cuando lo hizo vio una serpiente que se estaba escabullendo y desapareció por la tubería. “Me levanté y vi una cola de serpiente, alrededor de 30 centímetros de largo y de un grosor de un vaso de tubo. Era amarilla fosforita y verde, tiré de la cadena y eché dos litros de lejía”, relata Iris, añadiendo que al rato “ya se le empezó a dormir la nalga”. Primero precintó el váter, porque tenía a los dos niños durmiendo y el pánico la superaba, y después llamó a su marido, que se alarmó mucho y le dijo que llamase de inmediato al 112.
Desde la central de Emerxencias Galicia movilizaron a la sección de Medio Ambiente de la Policía Local de Narón y a los servicios sanitarios, que la trasladaron al hospital Arquitecto Marcide. Su marido alertó de inmediato a sus padres, que viven en Ferrol e Iris se fue para el hospital acompañada de su suegra, mientras que su suegro se quebada al cuidado de los pequeños.
En el Marcide la examinaron, descubriendo las marcas de cuatro incisivos en una nalga, muy cerca de la zona perineal, con unas dimensiones de casi cuatro centímetros. Iris ya no podía mover la pierna y de inmediato le aplicaron el protocolo establecido para este tipo de incidencias, que incluye la administración de las vacunas antitetánica y contra la rabia, así como algunos antídotos,  porque, al parecer, algunos de ellos tienen unos efectos muy fuertes. La joven estuvo en observación hasta cerca de las nueve de la mañana del lunes, pero ese mismo día por la tarde tuvieron que extraerle veneno, y ayer también, porque la herida mostraba signos de infección.
A pesar de todo, Iris, que es peluquera, fue a trabajar el lunes, si bien ayer ya no lo hizo, porque se encuentra agotada y no puede sentarse.
La joven manifiesta sentir pánico, tanto por lo que le pasó a ella como pensando en el hecho de que podía haberle ocurrido a sus hijos, a pesar de que la Policía le informó de que no hay posibilidades de que la serpiente pueda volver a subir por las tuberías. De hecho, ayer mismo tenía previsto comprar unos orinales para los niños.

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