Sin paliativos, la Federación Española de Rugby fue expeditiva a la hora de resolver las competiciones en un ejercicio en el que el máximo ente nacional de esta disciplina da por hecho que no podrán volver a jugarse partidos por el momento. Así, determinó dar por buenas las clasificaciones vigentes en el momento en el que se decretó el estado de alarma y, en función de ellas, proclamar campeones, designar ascensos y descensos. 

En lo que a la División de Honor B, categoría a la que el Rugby Ferrol se postula desde hace varias campañas, se refiere, la Federación Española decidió que las vacantes que en ella quedan se cubrirán mediante un torneo entre los campeones de las ligas territoriales, agrupados según criterios geográficos y en función de los grupos en los que está dividido habitualmente el campeonato. 

Los pormenores de esta competición todavía no se han establecido de forma definitiva, pero todo hace pensar que se celebrarán entre finales de agosto y septiembre y que se disputarían durante un fin de semana, en una única sede en la que se reunirán los cuatro equipos implicados, que para la zona norte serían los campeones de Galicia, Asturias, País Vasco y Castilla y León.

Gallega
Ahora, el balón está en el tejado de muchas de las federaciones autonómicas pues, como en Galicia, aunque la liga regular ha finalizado, quedan pendientes los play-off que determinen el campeón. A la vista de la decisión tomada por la Federación Española, todo hace pensar que su homónima “irmandiña” tomará el mismo camino y dará por buenos los resultados del campeonato regular, en el que el Rugby Ferrol fue el claro dominador. 

Sin embargo, “no lo sabremos con toda seguridad hasta, supongo, la próxima semana”, reconocía el presidente del Rugby Ferrol, Cristóbal Dobarro, satisfecho con la decisión del máximo organismo del rugby nacional, pero cauto a la hora de valorar el futuro. Y es que el escenario a uno o dos meses vista es incierto. Primero, a nivel sanitario, pero también en el plano económico.

“Nosotros teníamos las cosas previstas, por si alguna vez se presentaba la ocasión de ascender, poder hacerlo con un mínimo de garantías; pero esto lo ha trastocado todo”, reconoce Dobarro al hablar de la situación del club. 

Como el departamental, otros clubes estarán muy pendientes en los próximos meses de conocer si las ayudas públicas se mantendrán y si la iniciativa privada seguirá respondiendo para determinar a qué campeonato pueden aspirar. Por lo tanto, no es descabellado pensar que en este tiempo alguna escuadra renuncie bien a disputar la fase de ascenso, bien a hacer efectiva la plaza que ostenta, por lo que el dibujo de las competiciones podría verse todavía alternado.