La Sección 10 de la Audiencia de Barcelona ha acordado libertad provisional para la segunda de los ocho manifestantes encarcelados acusados de quemar un furgón de la Guardia Urbana de Barcelona durante una manifestación en contra del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél
Además de la sentencia que ha motivado su ingreso en prisión, Hasel cuenta con otra condena de dos años y medio por amenazar a un testigo de un juicio contra un guardia urbano de Lleida, que la Audiencia de Lleida confirmó hace apenas unas semanas.
Puede que en un primer momento alguno, ni siquiera todos, de los que se echó a la calle para protestar por el encarcelamiento de Pablo Hasel –del que jamás había oído hablar hasta que se supo de su condena– lo hiciese convencido de que estaba defendiendo la libertad de expresión, pero a partir del segundo día la cosa ya no tenía que ver con ningún derecho sino con la vileza que llevan algunos dentro y necesitan sacar a base de quemar contenedores.
La vicepresidenta primera ha defendido que el Gobierno "es parte del sistema, funciona en el sistema y no podría ser de otra manera en la calidad de un estado de derecho como el que tenemos" y, preguntada sobre si la extrema izquierda debe seguir en el Gobierno ha apostillado que "los gobiernos se forman como quieren la urnas".
Según ha informado el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) a Europa Press, 77 personas que participaban en las manifestaciones han sido atendidas y 91 agentes han sido agredidos.
Desórdenes públicos y actos de pillaje, motivos de los principales arrestos
Barcelona y otras ciudades catalanas, así como Madrid son escenario este sábado de una nueva jornada de protestas para reclamar la libertad de Pablo Hasel, después que algunas de las anteriores finalizaran con incidentes, especialmente en Barcelona, donde hubo saqueos, incendios y enfrentamientos con los Mossos d'Esquadra.A través de las redes sociales, la Plataforma Libertad Pablo Hasel ha convocado manifestaciones en diversas ciudades catalanas, aunque también grupos de la izquierda independentista se han sumado a las convocatorias.La confluencia de diversos grupos ha obligado a la Guardia Urbana a cortar algunas calles y el Ayuntamiento de Barcelona ha retirado los contenedores de basuras en algunas vías del centro para evitar que sean utilizados de nuevo como barricadas por los manifestantes, que protestan desde hace cinco días.Los Mossos, que mañana se reunirán con el Consejero de Interior de la Generalitat, han informado de la puesta en libertad con cargos de los cuatro detenidos anoche en los altercados de Barcelona y Gerona, uno de ellos menor.En el centro de Madrid se han concentrado también esta tarde más de un centenar de personas, por segunda vez esta semana, para apoyar al rapero, en medio de un dispositivo policial destinado a impedir que se repitan los disturbios del miércoles pasado.El centro de Madrid fue ese día escenario de unos disturbios, réplica de los ocurridos en Barcelona, que se saldaron con 19 personas detenidas y 55 heridas, 35 de ellas policías, y daños materiales en los comercios de la zona.En Santander, unos 150 jóvenes han pedido esta tarde la libertad del músico en una concentración pacífica y sin incidentes.Pablo Hasel fue detenido el pasado día 16 en el rectorado de la Universidad de Lérida, donde se había parapetado junto a un grupo de seguidores e ingresó en la prisión de Ponent en esa misma localidad, condenado a 9 meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.Además de la sentencia que ha motivado su ingreso en la cárcel, Hasel acumula otras condenas: la primera, de dos años, por enaltecer en sus canciones el terrorismo de ETA, los Grapo, Terra Lliure o Al Qaeda, de 2014, aunque la Audiencia Nacional decidió en 2019 dejarla en suspenso.Tiene otras dos condenas más firmes dictadas en 2018 por allanamiento de local y resistencia y desobediencia a la autoridad y otra pendiente de recurso por agredir a un cámara de TV3.Durante su estancia en prisión, la Audiencia de Lérida ha confirmado otra condena de dos años y medio por amenazar a un testigo en un juicio contra un guardia urbano de Lleida.Sin embargo, su ingreso en prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona ha cosechado la condena de organismos como Amnistía Internacional y numerosos artistas y entidades han reclamado la liberación del rapero, lo que ha dado pie a un amplio debate sobre los límites de la libertad de expresión.
Madrid tiene a 300 policías nacionales preparados, a los que apoyarán también los efectivos de la Policía Municipal, para "parar los pies" a los manifestantes a favor de la liberación del rapero Pablo Hasel, que han convocado nuevas concentraciones para hoy en el centro de la capital.Así lo ha explicado en declaraciones a los medios la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que ha criticado que quieren "reventar" la ciudad y que se está entrando en una deriva "que si no la revertimos es muy peligrosa".Fuentes municipales han matizado que el cuerpo municipal está prevenido y con los agentes a disposición, aunque no cuentan con un dispositivo especial al no ser de su competencia."Esta Policía es la Policía del Gobierno, imagínese como se siente uno siendo un policía hoy aquí en Madrid (...) Encontrarse que su propio Gobierno justifica que le agraden", ha reprochado al Gobierno nacional.Sin embargo, ha apuntado que desde la Policía Municipal de Madrid van a estar siguiendo "atentamente" todo lo que vaya ocurriendo con sus diferentes dispositivos, aunque no ha querido dar más información "a los violentos".La vicalcaldesa ha defendido que los manifestantes se van a encontrar a una Policía que "va a proteger a los ciudadanos, comerciantes y a la libertad", así como con un Ayuntamiento que "tiene muy claro quiénes son los agresores, los agredidos y los fascistas".También, ha ensalzado la labor de los agentes que son "ciudadanos normales que se ponen el uniforme todos los días y se ponen a trabajar para defender al resto de los ciudadanos".Por último, ha subrayado que la Policía de España no es "represiva" sino que "hace su trabajo".
"Pero en una democracia plena, y la española es una democracia plena, resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia y no hay excepción a esta regla, no hay causa, ni lugar ni situación que pueda justificar el uso de la violencia", ha añadido.
"Uno desde las calles quema la convivencia y la violencia y otro que lo instiga desde dentro de manera mucho más fina, que es el presidente del Gobierno y el absoluto responsable de todo lo que está sucediendo", ha declarado.
Unas 2.000 personas se manifiestan en Girona por la detención e ingreso en prisión del rapero Pablo Hasel.
El rapero estaba encerrado en la Universitat de Lleida para evitar ser llevado a prisión.
Mucho mejor eso que quedarse en su casa, como anunció en un primer momento que haría, donde las cámaras tendrían más difícil conseguir las imágenes de la Policía deteniéndole que parece buscar.
El viernes terminó el plazo que tenía para entrar en la cárcel voluntariamente.