El nivel de cargos públicos y orgánicos

Tras la celebración del congreso federal del PSOE, del que salieron victoriosos Pedro Sánzchez y toda la militancia volcada en desmontar el golpe de estado interno dado contraviniendo las propias normas por barones, vieja guardia, dinosaurios antidiluvianos y la Susana y restituido ya en la secretaría general, los medios ofrecieron las listas de quienes configuran tanto la Comisión Ejecutiva Federal como el Comité Federal.
En la del segundo, aparecen nombres que sorprenden sin la consiguiente aclaración de por qué siguen ahí. Dado que alguno produce un rechazo tal, incitando a concluir que a pesar de todo nada ha cambiado, y ya que el presidente de la Diputación coruñesa, Valentín Conzález Formoso, anunciaba jubiloso días atrás que ya había quién, habiéndose ido del partido, planeaba volver, conviene aclararlo para que esas nuevas adhesiones y reafiliaciones no se vayan al traste.
Entonces, ¿qué foi? Pues que del Congreso salen únicamente los miembros del Comité Federal elegidos allí, pero ahora habrá que ir sustituyendo los que se eligen en los congresillos, todos por celebrar en los próximos meses. También el de Galicia, en el que con toda probabilidad –por no afirmarlo con rotundidad ya que en el PSOE los cadáveres políticos resucitan con facilidad–caerá esa persona que el sagaz lector y yo sabemos.
“Ya está muerta”. A ver si es verdad… Que va siendo mucha hora de lavar la imagen del partido ¡por Dios!
A ver qué mirlo la sustituye. El nivel ha caído tanto, cuando dentro del partido hay tanto bueno desaprovechado (como quien ejerció de portavoz en la moción de censura, José Luís Ábalos, un balsámico descubrimiento después de tanta lercha lenguaraz) que el propio Borrell animó, meses antes del Congreso, a “hacer un esfuerzo por subir el nivel”. ¿Esfuerzo? Ninguno; tan sólo tenerlo claro y quitar sin miramientos a quien no esté a la altura por mucho que salga elegido por amigolos del pueblo y los abducidos por cualquier otro encanto ostentosamente exhibido y no relacionado exactamente con lo que hay que traerse entre manos.
Si hace quince días y ante la moción-interruptus de Fene sugería a Pedro análisis aislado caso a caso y excepcionalidad ante la tábula rasa de que al PP, ni agua, cuando el interés general de la ciudadanía urja anteponer otra máxima en detrimento del simple interés de partido, también en este apartado de los estatutos sugeriría otra excepción: aquella que permita impedir tragar y dar por democráticamente elegidos persoeiros únicamente expertos en malas artes, presión, extorsión, pasteleo, telefonazos, por sí o por persona interpuesta, forzando a cualquier cosa menos a una elección limpia.
El PSOE anterior al Sánchez´2017 está pagando entre otras múltiples facturas la de haber prescindido de su dignidad a cambio del mantra “tantos votos tienes, tanto vales”, permitiendo que proliferaran estos casos. Son ahora agrupaciones en situaciones complicadas que costará aupar sin una cirugía drástica si no quieren continuar perdiendo plazas.
En cuanto a la elección de líderes, militantes y ciudadanos tendrán que acostumbrarse a dejar de pronunciarse a favor del más guai y empezar a saber escarbar en el currículum ofrecido por la persona interesada. Un abogado no es mejor que otro porque interponga muchas demandas; habrá que ver cuántas gana y qué dicen las sentencias acerca de los planteamientos expuestos. La titulitis por titulitis, acompañada de argumentario plano y demagogia, ya sabemos por experiencia a dónde nos ha llevado. No ha habido maridaje más nocivo que ser un mierdecilla y verse diputado; cuesta callar nombres aquí, en Ferrol, tierra abonada de ególatras de perfil bajo, plano “y sin abuela”.
Lo mismo que del abogado se puede decir de un empresario, sólo que a este hay que mirarle el capital social para escudriñar cuánto nos toma el pelo porque no todo el que tenga una empresa es empresario ergo…, saber de gestión pública, cero. La empresa te la pueden montar (que le pregunten al ex-presidente extremeño Ibarra cuántas montó y a quién. Así “monto” yo también una refinería, una siderúrgica y lo que haga falta y me hago yo también industrial mañana, ¡no te fastidia!). Hoy, no hay nada si no hay subvención; mañana te cierran el grifo y te quedas y sin un duro pero con mucha geta para dirigir un ministerio o una concejalía relativa a aquello para lo que no tienes ni idea. “E que veñe da empresa”. Pues hala, de número uno. Con un par.
Estos lumbreras han ocupado Consejos y Comisiones como por ejemplo las relativas a los reguladores que “han fallado”, como no podía ser de otra manera, en lo del Banco Popular. 48 horas antes del día D tenía liquidez. A todos los organismos públicos que tenían pasta en él les chivan el zarpazo político que le van a dar y les indican que la saquen, para depreciarlo y dárselo a Botín. Por debajo de quienes hicieron la jugada estaban los que no se enteraban de nada. ¿Cómo te vas a fiar y volver a votar?
“Hace falta subir el nivel”, Borrell dixit. De los integrantes de toda lista, añadiría. Desde el secretario general de la más pequeña agrupación y como si fuera para formar parte de la plantilla de directivos de Inditex, donde no caben mediocres ni desleales con aspiraciones a lo Susanas y cía. El resultado de no hacerlo así, a la vista está quedando.
 

 

El nivel de cargos públicos y orgánicos

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