Los ultrasures de Puigdy

 Twitter, Angels Barceló escribió: “Defraudado por la suavidad del 155, Puigdemont se inventa uno violento y terrible para su realidad paralela. Show must go in”. Un tal General Lee le contesta: “En los libros de historia catalanes del futuro se podrá estudiar cómo en Octubre de 2017 España tiró la bomba H sobre Cataluña”. GDC añade: “No hubo bomba pero sí robo de libertad. No mata pero ahoga”. General Lee le pregunta: “Dime una sola cosa que hayas querido hacer en tu vida y que no hayas podido porque el estado opresor no te haya dejado... Dentro de la ley, eh!”. Una tal Gemma Fono exclama: “Votar!” Y yo me introduzco diciendo: “Pues vas a poder votar el 21-O. Dentro de la ley y con todas las garantías: 1 persona-1 voto”. Gemma Fono, quien luce como foto en el perfil una especie de escudo con la leyenda “libertad presos políticos”, me aplica esta respuesta: “Esta vez votaremos con murcianos empadronados hace 2 días. Tu querida Ñ es de todo menos democrática gracias a imbéciles como tu”.
Este es el pacifismo respetuoso lleno de seny que rezuman quienes dan la cara por Osama Puigdemont quien, igualiño que Bin Laden, aspira a predicar desde el exilio a través de plasma, rueda de prensa y redes utilizadas fraudulentamente para sumar adeptos a la causa independentista gracias al ejército de robots y perfiles falsos a su servicio. ¿Cómo lograr acallar a lo que llega más allá de la red clientelar tejida durante años para llevar a cabo sus propósitos, entre ellos el de tapar su propia corrupción financiera, de la que los detenidos no serán más que los mandados de los Pujol, Mas, 3% y compañía?
Dice Varoufakis que “Ninguna Constitución en cuyo nombre se encarcela políticos por promover pacíficamente una agenda política, puede ser democrática”. Yanis, no; la Constitución Española no ampara lo que divulgas. No hay en España un sólo preso por promover agenda política alguna. Lo están por llevar a cabo acciones delictivas persiguiendo ese fin, contraviniendo, a sabiendas, las leyes que se lo impedían, incluida la Constitución, su propio Estatuto de autonomía y la legislación parlamentaria que se dieron ellos mismos, dando lugar a un “mandato de su Parlamento” inexistente por ser un acto jurídico nulo. ¿Lo entiendes o también te autocentrifugas?
Delirante también la resolución del Comité del Ayuntamiento de Dublín, que ha votado a favor de “enarbolar durante un mes la bandera catalana a partir del 1 de Diciembre, en solidaridad... y condenando la represión y violencia del gobierno español perpertradas contra ciudadanos que ejercen su derecho democrático al voto”. La diplomacia española va a tener que trabajar duro, presencial y on line. ¿Cómo sino frenar esta multiplicación irreal, producto de las tecnologías y el marketing digital, que permite crear tendencias falsas, si no hay legislación que impida ciertas actuaciones y, como es sabido, el Derecho Penal va por detrás de la sociedad? Pues como lo hizo precavidamente la juez Lamela (podría haber añadido la palabra “incomunicada”) porque si no, esta escalada no la frena ni Dios.
“Así no se acaba el problema catalán”. Claro que no; se intenta frenar que el aceite se esparza; luego habrá que arreglar el boquete. Y aunque es verdad que quien llama al orden tiene mucho por lo que callar y por lo que responder, no es óbice para que no cumpla con su deber: restaurar la ley, sin concesiones, porque el coste será menor que lanzar el mensaje de que alguien va a beneficiarse de saltarse la ley, tal como exigen interesados de parte. Con todo lo que ya llevamos sobre la espalda (Urdanga, Infanta, PP, Valencia, Andalucía, Pujol, Ferrusola, ERE´S, saqueo caja pensiones,....) apremia erradicar la convicción de que es posible pactar con quienes incumplen abiertamente la ley y se van rositas porque sin ley, “dejamos de ser ciudadanos y somos tribu otra vez”.
Así es que por esta vez, poco importa que la justicia no sea independiente con tal de que haga lo que tenga que hacer. Bastante broma es que, como dice un tal @joluanguita, “El castigo a un sedicioso que insta a la rebelión son 7.000 euros/mes”; “no habrán conseguido la república pero el retiro es para dar palmas con las orejas”.
Y mientras las redes no imposibilitan crear perfiles falsos, la prensa digital podría exigir datos identificativos reales más DNI, impidiendo así insultos, agresividad y mal rollo en los comentaristas. La libertad de expresión no ha de invocarse desde el cobarde anonimato ni amparándose en nombres falsos. Por haber sido víctima de ello, no suelo leerlos; por tanto, Uxío Xuncedo, ha sido una auténtica carambola que haya leído el suyo, en mi artículo del pasado 16-O.
Verá: de “parcelita de poder, al menos en Diario de Ferrol”, rien de rien. Le aseguro que los colaboradores no autorizamos que se suba o no comentario alguno a nuestros artículos de opinión. Nos encontramos con el bofetón al tiempo que el lector. Deferencia, ninguna. El personal no está para eso. Algunos medios disponen de selector programado en base a un léxico definido. Otros, más modestos, lo hacen artesanalmente, cuando tienen un minuto; de ahí la rapidez o no en subir un comentario, en que no haya hora fija para hacerlo y en que, incluso, ni lo hagan a lo largo del día si hubo mucho trabajo. 
¿Parece que “pretendo dar lecciones de democracia”? Ninguna; cada vez creo menos en ella. Mi tono “sentencia” será por el cabreíto acumulado porque asumir, asumo siempre poder estar errada. De hecho, tras leer su mesurado comentario pienso que los independentistas con criterio, por diferenciarlos del ejército loro-abducido, se dejan representar por un personal nada conveniente: parecen vulgares “ultra-sur´es” y al inicio de este texto me remito. Para usted, caballero, todo mi respeto y un cordial saludo.
 

Los ultrasures de Puigdy

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