Milongas del 5 de abril

Como todas las encuestas nacionales dan un reparto similar al del 20-N, cuesta creer que los partidos de izquierda que en esa fecha sumaron el 54% de los votos en Galicia, ahora sólo saquen el 48%, y más aún que los socialistas se descalabren desde el 31.3% al 18.7%. Tampoco parece lógico que si Vox llegó al 8.2% en la provincia de A Coruña, ahora caiga a un irrelevante 1.6%. Galicia es tierra de meigas, pero no de milongas.

Feijoo, que acierta ocultando las siglas de su partido y rechazando la coalición con Ciudadanos, usa las encuestas para aglutinar en su persona el voto de derechas. Es la única estrategia que le puede permitir ganar, aunque probablemente pierda, porque la tendencia histórica apunta a un cambio de ciclo político en una Galicia que pierde población y talento, que tiene la Dependencia y la Sanidad bajo mínimos, y donde sólo el entorno de la AP-9 es viable económicamente.