Un comienzo nada bueno en Europa

Un comienzo nada bueno en Europa

hay que reconocer que Carles Puigdemont ha tenido un gran estreno en el Parlamento Europeo. Aprovechó una intervención para pedirle a Europa que no mire hacia otro lado con respecto al “conflicto catalán” y, de paso, para pedir diálogo. Ya se sabe, el “España, siéntate y habla”. Sin embargo, le negó la palabra a los diputados de Ciudadanos y del PP que querían contestar a su intervención. Es decir, diálogo a la catalana: hablo yo y callan los demás. Y, por si esto fuera poco, se ha encontrado con que el grupo de los Verdes, en el que inicialmente se había integrado, le ha invitado (bueno, también a Comín) a que busque otros con los que alinearse, por lo que le han sugerido que lo suyo sería que estuviera con sus aliados flamencos. Curiosamente, ese es el grupo en el que está Vox. Así, se puede decir que, por una especie de broma divina, los extremos se tocan y, en este caso, pueden acabar compartiendo escaños. Una coña. FOTO: Comín y Puigdemont, en el Europarlamento | dpa

Un comienzo nada bueno en Europa

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