Entre las pintadas y grafitis que figuran en esta pared de la piscifactoria de Meirás llama la atención una: “Fran Perea el que lo lea”. Entre las variedades de esa expresión tan conocida (originalmente “Tonto el que lo lea”) nunca habíamos visto un deseo similar. Puede que a estas alturas haya ya muchos clones del actor y cantante.