La prosperidad económica de las familias influye en el estrés y el envejecimiento celular de los niños

El estatus socioeconómico familiar determina el acceso a recursos y oportunidades, y deja una huella tangible a nivel fisiológico en los más jóvenes
La prosperidad económica de las familias influye en el estrés y el envejecimiento celular de los niños

Una investigación innovadora, publicada en la prestigiosa revista JAMA Network Open, ha desvelado una conexión directa y preocupante: la prosperidad económica de una familia tiene un impacto medible en la salud biológica de sus hijos. 

 

Este estudio a gran escala, fruto de una colaboración entre instituciones destacadas como el MRC Centre for Environment and Health de Imperial College London y el ISGlobal de Barcelona, identifica una correlación clara entre la riqueza familiar y dos indicadores biológicos clave en la infancia: la producción de cortisol, comúnmente conocida como la "hormona del estrés", y la longitud de los telómeros, marcadores asociados al envejecimiento celular.

 

El estudio, que abarcó a miles de niños de distintas naciones europeas, subraya que las circunstancias económicas de un hogar no solo determinan el acceso a recursos y oportunidades, sino que también dejan una huella tangible a nivel fisiológico en los más jóvenes. 

Primer plano en el retrato de nino triste
El estrés experimentado en las primeras etapas de la vida tiene repercusiones en la salud de los niños I CEDIDA 

Los telómeros, esas diminutas "tapas" protectoras en los extremos de los cromosomas, son fundamentales para la estabilidad del ADN. Su acortamiento progresivo es un proceso natural asociado al envejecimiento, pero un acortamiento acelerado se ha vinculado repetidamente con el estrés crónico, el riesgo de enfermedades y una menor esperanza de vida. En paralelo, los niveles de cortisol, un biomarcador de la respuesta al estrés, ofrecen una ventana a la carga alostática que el cuerpo soporta.

 

Vínculo fisiológico con la adversidad socioeconómica

Aunque el documento no detalla exhaustivamente los mecanismos subyacentes, la investigación se apoya en una sólida base de estudios previos que han explorado la intrincada relación entre el estrés experimentado en las primeras etapas de la vida y sus repercusiones en la salud

 

Investigaciones citadas en el estudio, como las de Evans y English (2002), ya habían documentado cómo la exposición a múltiples factores estresantes en entornos de pobreza puede afectar la salud psicofisiológica y el desarrollo socioemocional de los niños. 

 

De igual modo, trabajos de Puterman et al. (2015) y Coimbra et al. (2017) han señalado cómo el estrés crónico y ciertos comportamientos de salud influyen directamente en la longitud de los telómeros, incluso en poblaciones jóvenes. La presencia de este tipo de estrés en la infancia, a menudo ligada a la inestabilidad económica, parece ser un factor determinante.

Nina mira su osito de peluche un nino con un juguete favorito en un espacio de copia de fondo borroso
El estrés crónico y ciertos comportamientos de salud influyen en la longitud de los telómeros, incluso en poblaciones jóvenes I CEDIDA

El equipo de investigación es un consorcio de especialistas de diversas disciplinas y geografías. Entre los autores se encuentran nombres como Kendal Marston, Chung-Ho E. Lau, Sandra Andrusaityte, Sunil Bhopal, Regina Grazuleviciene, Marianna Karachaliou, Katerina Koutra, Norun Hjertager Krog, Johanna Lepeule, Lea Maitre, Anjali Wijnhoven, Tim S. Nawrot, Martine Vrijheid, y Oliver Robinson. A ellos se suman Kristine Bjerve Gutzkow, Noemi Haro, Dries S. Martens, y Oscar J. Pozo. 

 

Sus afiliaciones cubren un amplio espectro de instituciones académicas y sanitarias en el Reino Unido, Lituania, Noruega, España, Grecia y Francia, lo que resalta el carácter colaborativo y la rigurosidad científica de este esfuerzo transnacional.

 

Implicaciones para el bienestar infantil

Los hallazgos de este estudio tienen implicaciones profundas para la salud pública y las políticas sociales. Al confirmar que la prosperidad familiar no es solo una cuestión de acceso a recursos, sino que se traduce en un impacto biológico mensurable en el cuerpo de los niños, se refuerza la urgencia de abordar las desigualdades desde una perspectiva más holística. 

 

Comprender cómo los factores socioeconómicos se incrustan a nivel celular y molecular abre nuevas avenidas para el desarrollo de intervenciones más efectivas. Estas podrían ir desde programas de apoyo familiar y reducción del estrés en entornos vulnerables, hasta políticas que busquen mitigar las cargas económicas que, en última instancia, se reflejan en el bienestar biológico de la próxima generación.

 

Este estudio es un recordatorio contundente de que la prosperidad individual tiene ecos a nivel celular y que la salud biológica de los niños de hoy es un reflejo directo de las condiciones socioeconómicas en las que crecen.

La prosperidad económica de las familias influye en el estrés y el envejecimiento celular de los niños

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