No tengo la menor duda de que finalmente habrá acuerdo para renovar el modelo de financiación autonómico, porque varias comunidades presididas por el PP lo necesitan con extrema urgencia, y porque los problemas que tendría Alfonso Rueda para justificar ante sus votantes el rechazo a una subida de 400 millones de euros para Galicia, es el mismo que tendrían los demás presidentes con cifras parejas a sus necesidades. Para que nadie pierda y para respetar las demandas catalanas sin necesidad de que abandone el régimen común, el gobierno ofrecerá dos fórmulas que requieren inyectar entre 10.000 y 20.000 millones, dependiendo de la profundidad del acuerdo, unas cifras accesibles por el aumento recaudatorio debido a la buena marcha de la economía. Fíjense que es una constante histórica atacar las demandas catalanas, y terminar asumiéndolas porque... ¡oh sorpresa¡ son la solución para los problemas.