Saldos electorales

En menos de una semana hemos asistido a una serie de inversiones millonarias en Ferrol por parte de diferentes responsables de la Xunta, que nos hacen recordar a esas campañas de marketing, como el Black Friday o el Día sin IVA, que lo que buscan es que compremos el producto que la empresa de turno nos quiere vender. Bien, pues algo parecido está haciendo el PP. 


En toda campaña publicitaria existe una parte positiva, esa rebaja sobre el precio final, esos saldos, que nos llaman y sirven de reclamo, pero hay otra simplemente económica, que es la de vender y, por tanto, incrementar beneficios, que es la razón por la que las empresas llevan a cabo dichas estrategias. Lo mismo ocurre aquí. Nadie pone en duda la necesidad de Ferrol por recibir dinero para poder solucionar algunos de sus problemas históricos o incluso para lanzar nuevos proyectos. Pero, claro, resulta un pelín sospechoso (pongan el modo ironía) que el presupuesto del año electoral en Galicia sea el que recoja, de repente, todos esos millones que, ejercicio tras ejercicio, se nos negaban.


Que se anuncien, por ejemplo, casi 20 millones al CHUF, cuando las carencias que tiene nuestra área sanitaria son escandalosas, no es más que una obligación por parte de quien tiene las competencias en materia de sanidad. Y una inversión que, por cierto, tiene “trampa”, puesto que este desembolso -ojo, es una partida plurianual- será compensando de alguna manera, puesto que, como también se acordó la pasada semana en esa reunión entre el alcalde y el presidente de la Xunta, el Concello le “perdonará” el IBI al Sergas. O sea, que las arcas municipales dejarán de recibir unos cientos de miles de euros. Una administración, la nuestra, que adolece de ingresos para atender servicios y actuaciones muy necesarios. Que cada cual juzgue. 


La campaña de marketing electoral ya comenzó el lunes de la semana pasada, cuando en esa “cumbre bilateral” entre José Manuel Rey Varela y Alfonso Rueda, se lanzaron los primeros anuncios, que se fueron desarrollando, perfectamente agendados y con actores y actrices diferentes en cada caso, a lo largo de los días, hasta la presentación pública del presupuesto de la Xunta para 2024. La traca final. En este encuentro también se puso de manifiesto la forma que tiene el Partido Popular de entender la política: si me votas, cumplo mis obligaciones; si no, ni agua. Porque eso es lo que ha venido haciendo en Ferrol a lo largo de ocho años, años en los que no gobernó. Y el mejor ejemplo es el de las instalaciones deportivas, en un estado de deterioro generalizado por las dificultades económicas del Concello y que, salvo por las inversiones de Diputación, han sufrido el abandono del Gobierno autonómico del PP. Hasta junio de 2023.


Eso sí. Ahora vienen de salvadores, pero obligando al Concello a invertir al 50%, alegando una “corresponsabilidad” que suena a tomadura de pelo, sobre todo si tenemos en cuenta esa deuda histórica que tiene la Xunta con Ferrol. Y “olvidan” cuestiones de gran necesidad, como la atención a las personas mayores, sin un euro a mayores a un servicio de ayuda en el hogar que se encuentra en una situación insostenible y con un futuro incierto, o el transporte público, que día sí y día también acapara titulares de prensa por los problemas que sufre. Tal vez quede para otro Black Friday del PP. 

Saldos electorales

Te puede interesar