es una realidad la existencia de deportes urbanos practicados al aire libre, y la necesidad de habilitarles espacios adecuados, pero no comparto la decisión de cementar una parte del parque de Antón Varela para ubicar un skatepark. Lo entendería si Ferrol tuviera una notable extensión de zonas verdes, pero lo que sobran son lugares desaprovechados a la espera de recibir un adecuado uso cívico, y de hecho ya se han señalado algunas ubicaciones alternativas. Pero es que además de estas razones, ese parque contiene el Memorial a las más de 900 víctimas mortales de la dictadura franquista, y esto le confiere una alta carga simbólica, asociada en cierto sentido a la que podría tener un cementerio religioso. Los skaters, un colectivo urbano pacífico y con prácticas culturales alternativas muy dinámicas y contra-hegemónicas, no deberían tener problemas en entender los sentimientos que expres