Hace apenas dos meses, el 19 de octubre, Rusia llevaba acumuladas unas bajas en su ejército de invasión de Ucrania de 65.000 soldados muertos, en la fracasada campaña militar, poco después el 27 de noviembre alcanzaban los más 90.000. A este paso, es imposible que Rusia, pueda sostener una guerra, por mucho ejército que tenga movilizado.
Las bajas sufridas son insostenibles y las fuerzas enviadas de modo reciente, no son propias para la lucha, carecen de una preparación adecuada, para ser llevadas al frente. De ahí el aumento considerable de muertos en las filas rusas, no hay día que bajen del medio millar, sino, que hay jornadas que superan los 800 e incluso llegan a más de 900 soldados.
Por lo que se refiere al material, Rusia, se quedó sin fuerza aérea en Ucrania, sus aviones son un perfecto blanco, al igual que sus helicópteros, no van más allá de las líneas defensivas, a estas alturas más 280 aviones rusos han sido derribados y 262 helicópteros, más de la mitad de la fuerza aérea invasora rusa, lo que queda, está parado por falta de repuestos o otras adversidades, por tanto, en fuera de combate.
De este modo las unidades en tierra, no pueden contar con esa cobertura y la aviación ucraniana comienza a aparecer en el cielo apoyando los objetivos de sus fuerzas. Debido a esta debilidad en el aire, se ve obligada a hacer uso de sus misiles y se está quedando sin arsenal balístico.
Las tropas rusas, están replegándose a duras penas, con muchas bajas, los ucranianos van recuperando terreno, con la ayuda militar de los aliados en su apoyo económico, político y militar, con la formación de sus soldados en los países de la OTAN, que hacen sus unidades más precisas al atacar objetivos enemigos.
De todos modos, la mayoría del material, fue tomado a los rusos, en su huida de las zonas ocupadas, que han dejado de todo y los ucranianos, han puesto en marcha y cambiado de dirección y ahora, el material ruso incautado, sirve para reforzar la defensa y avance de las fuerzas de Ucrania.
Solo ver las cifras asusta, las consecuencias que está teniendo esta guerra, asolando Ucrania, por parte del presidente ruso, que terminará, con la economía rusa y todo su poder militar. Rusia, tiene ahora un problema, salir de Ucrania, lo más pronto posible, luego tendrá otro mayor, como sustituir a Putin y establecer un diálogo creíble con el resto del, mundo libre, después, de esta calamitosa intervención en Ucrania. Rusia, a estas alturas, no está en condiciones de aguantar los territorios ilegalmente ocupados, incluida, la Península de Crimea, anexionada en 2014.
La solución final no es nada halagüeña para la cúpula militar rusa, ni para el presidente Putin y los miembros que le rodean. El mundo cambió y parece que Rusia, no siguió el camino en el tiempo, sigue anclado en ser un imperio, venido a menos y sojuzgar los territorios anexos a sus fronteras. Craso error.