Bibliotecas

e puede decir que nací entre libros, ya que mi familia era propietaria de la Libreria-Papelería “Luma”, sita en la calle Galiano nº 31 de Ferrol. Recuerdo, en mi niñez, estar siempre rodeado de libros, ya que en nuestro establecimiento se vendían desde libros infantiles y juveniles hasta los de las literaturas clásica y moderna, o bien textos escolares y libros técnicos, entre otros. Debo señalar que yo solía tomar “prestados” algunos libros de cuentos o de aventuras, para leer en mi casa, tratándolos con sumo cuidado, puesto que después de devueltos deberían ser vendidos al publico. Ahí aprendí a respetar y cuidar  a todos los libros que pasaron por mis manos.


Esa mi afición por la lectura, que luego acrecenté leyendo a los clásicos y la literatura actual, me condujo inexorablemente a poder escribir medianamente bien y terminar desembocando, siendo muy joven, en el Periodismo en mi propia ciudad. Posteriormente, mi amor por la Historia, así con mayúscula, me llevó a ser director y subdirector de dos revistas de Historia Militar, y a convertirme en investigador. Por ello, tuve ocasión de visitar las mejores Bibliotecas y Archivos de nuestro país, y en ellos pasé horas y horas de mi existencia, leyendo e investigado en libros descatalogados e inasequibles en otros lugares. Es cierto que me convertí en lo que se ha dado en llamar un “ratón de biblioteca”. Por tanto, el problema de las Bibliotecas de Ferrol me ha llegado directamente al corazón.


Nuestra ciudad contaba, hasta no hace mucho tiempo, con tres Bibliotecas Municipales. Es decir, la Central, ubicada en la Plaza de España, ademas de las del Inferniño y Caranza. Estas dos ultimas han cerrado y permanecen cerradas en la actualidad. La única superviviente, la Central, tiene su plantilla de personal reducida al mínimo, y el horario de apertura se limita al matinal, permaneciendo cerrada durante el vespertino. Todo ello constituye un grave atentado a la Cultura y a la Enseñanza en Ferrol.


La tres últimas corporaciones municipales, presididas por Rey Varela, Jorge Suárez y Ángel Mato tienen su cuota parte de responsabilidad en este desastre de gestión bibliotecaria, aunque ahora todos ellos pretendan “lavarse las manos” y utilizar la grave situación actual como “arma arrojadiza” ante las próximas campañas para las elecciones municipales de mayo. No caigamos, pues, en su trampa electoralista.


No es de recibo que una ciudad como Ferrol, que cuenta con un Campus universitario con centenares de alumnos, con un Facultad de Humanidades, que oferta la única titulación de Biblioteconomía en Galicia, así como varios Institutos y Colegios, mantenga esta situación de inacción municipal ante el grave problema presentado. La bibliotecas son un elemento fundamental en el estamento de la Educación y la Cultura.


Por ello, considero justa y necesaria la huelga y la manifestación convocada para el próximo lunes día 23 de enero, a las 18,00 horas, que saldrá desde la propia puerta de la Biblioteca Central, en la Plaza de España, hasta .legar al Ayuntamiento. Esta debe ser una actividad social y política “trasversal”, puesto que protestamos contra todos los grupos políticos ferrolanos, aunque “sean de los nuestros”. Es preciso que nos den, todos ellos, una explicación inteligible y que se pongan en marcha los mecanismos necesarios para dar solución al problema, completar las plantillas de funcionarios o laborales de las bibliotecas y proceder a su reapertura a tiempo completo. No nos pueden decir que no hay solución posible y próxima. Sin libros y sin bibliotecas no habrá Cultura ni Educación en Ferrol. No lo podemos tolerar, amigos.

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