A estas alturas se está viendo día sí y día también, las acusaciones del presidente del gobierno y sus socios radicales, que vierten sobre la formación política del partido de Abascal y por añadidura la extrapolan a los populares, como si en esta campaña de desinformación y llena de adjetivos ideológicos, estuviese todo el mal que padece el pueblo español y no la desidia de nuestros gobernantes, en aferrarse que todos los males son cosa ajena a su forma de entender el gobernar España.
Donde el radicalismo está muy acentuado en unas minorías que solapan a las mayorías de un parlamento fragmentado en un sistema electoral injusto. Minorías con pocos votos obtiene, mayor representación proporcional, que otro partido más votado, es decir, puede obtener un mayor número de diputados. Que otro de tirada nacional, que con un numero muy superior, obtiene menos escaños de forma proporcional. Por tanto habrá que cambiar el sistema, por el bien de España y de los españoles.
Esta idea no será fácil llevarla a cabo cuando la izquierda radical está tan dispersa y las mayorías parlamentarias, buscan de alguna manera en este refugio ocasional, pero en esta ocasión el presidente Sánchez, ha ido muy lejos en su afán de gobernar en esta última legislatura, el primer aviso lo recibió en las recientes elecciones municipales y autonómicas, pese a los buenos deseos del CIS de Tezanos, que se le ve, que barre mucho para casa, intentando manipular el voto popular, pero no cuela su intención en el pensamiento de los ciudadanos y el varapalo de estas generales, quizás haga historia en el partido socialista.
Toda esta legislatura, ha sido una perdida de tiempo constante para el pueblo español, las leyes aprobadas, no han surtido el efecto deseado, por su interpretación jurídica y tampoco se ha beneficiado a la sociedad, sino todo lo contrario, se han reducido derechos y libertades, sin una base clara, solo porque una minoría no acepta determinados derechos asociados a la clase popular, que se remontan a siglos de historia común.
Esto de alguna forma pasa factura en el tiempo y Sánchez, con tal de ser presidente a cualquier costa, se asoció con radicales y populistas, muchos de ellos, ya están fuera de los municipios, en estas últimas elecciones hubo limpieza ciudadana, estos quieren que le solucionen sus problemas, no que le creen aún más de los que tiene y esta ha sido una legislatura vacía en cuanto a este contenido.
Cuando dichos políticos, se enfrascaron más en sus prebendas y se olvidaron del ciudadano en general. Sánchez, en estos años ha cosechado más sombras que luces y la historia le juzgará como se merece, no por lo que hizo, sino, por lo que dejó de hacer, que fue demasiado.