La jueza Ketanji Brown Jackson, conocida coloquialmente como "KBJ", hizo historia este jueves al convertirse en la primera mujer afroamericana en llegar al Tribunal Supremo de Estados Unidos en sus 232 años de historia.
La jueza había sido nombrada por el presidente estadounidense, Joe Biden, y su confirmación este jueves en el Senado supone también una victoria para el mandatario.
Jackson superó la prueba del Senado con 53 votos a favor: los 50 demócratas y tres republicanos moderados (Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska y Mitt Romney de Utah). Los otros 47 senadores republicanos votaron en contra.
Según informó el Gobierno estadounidense, Jackson estuvo viendo la votación junto a Biden desde la sala Roosevelt en la Casa Blanca.
"La confirmación de la jueza Jackson es un momento histórico en nuestra nación. Hemos dado otro paso para hacer que nuestra máxima corte refleje la diversidad de Estados Unidos. Ella será una jueza del Supremo increíble, y fue un honor compartir este momento con ella", dijo el mandatario en un mensaje en Twitter.
Biden incluyó en su tuit una fotografía en la que Jackson y él aparecen tomándose un selfi con un teléfono celular, con amplias sonrisas y frente a una pantalla de televisión con la votación del Senado.
Otras fotografías del encuentro mostraron un abrazo entre ambos y a Biden sosteniendo las dos manos de Jackson, que estaba visiblemente emocionada, mientras la pantalla mostraba que la jueza ya había ganado suficientes apoyos para ser confirmada.
Presidiendo la sesión en el Senado estaba la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, que ejerce como presidenta del Senado, y quien también rompió su propio techo de cristal al convertirse en la primera afroamericana y la primera estadounidense de origen indio o asiático en alcanzar la Vicepresidencia de EE.UU.
Harris leyó los resultados de la votación con una sonrisa y automáticamente el hemiciclo estalló en aplausos.
Los miembros del Caucus Negro del Congreso, que se habían agolpado al final de la sala en unos bancos, golpearon sus manos con fuerza y algunos levantaron los puños en señal de victoria mientras que algunos senadores se volvieron hacia ellos para mostrarles su reconocimiento.
La confirmación en el Senado de Jackson, que desde el año pasado es jueza en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, se daba por segura porque los demócratas contaban por sí solos con la mayoría simple necesaria.
No obstante, Biden, que llegó a la Casa Blanca con la promesa de unir al país, intentó persuadir a los republicanos para que apoyaran a Jackson.
Los conservadores, sin embargo, hicieron todo lo posible para retratarla como una magistrada "suave con el crimen" y llegaron a insinuar que había dictado sentencias poco duras contra los acusados de pornografía infantil, algo que fue desmentido incluso por medios conservadores como The National Review.
Antes de la confirmación este jueves, algunos senadores republicanos, entre los que se incluía Ted Cruz, dieron una rueda de prensa para tratar de desacreditar a la magistrada.
"Ella será la jueza más izquierdista que jamás ha llegado al Tribunal Supremo", proclamó sin pruebas Cruz.
El senador por Texas es uno de los republicanos que está evaluando presentarse a las elecciones presidenciales de 2024, por lo que usó las audiencias del comité judicial del Senado previas al voto de hoy para sacar rédito político.
Las críticas de los republicanos en esas audiencias fueron tan fuertes que provocaron la intervención del senador afroamericano demócrata Cory Booker de Nueva Jersey.
Booker ofreció un emocionante discurso en el que criticó a los republicanos por haber buscado cualquier excusa para atacar a Jackson y aplaudió todo lo que la jueza había logrado para llegar hasta allí, siendo además una mujer negra y con los obstáculos que eso implica.
"Nadie va a robarme la alegría", declaró entonces Booker, mientras Brown se secaba las lágrimas.
Booker, con una enorme sonrisa, presidió este jueves un voto de procedimiento previo a la confirmación final de Jackson.
La llegada de Jackson a la máxima corte no cambiará su composición ideológica, ya que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresista está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.
Sin embargo, Jackson tiene una experiencia diferente a la del resto de magistrados. Por ejemplo, será la primera jueza con experiencia como abogada de oficio para personas con pocos recursos.
De 51 años e hija de maestros de escuela pública, Jackson también trabajó en la Comisión de Sentencias de EE.UU. para reducir las penas de la mayoría de delitos federales de narcotráfico, incluidas las de cocaína en "crack", algo que permitió liberar al menos 1.800 presos y acortar las sentencias de unos 12.000.
Jackson reemplazará en el Tribunal Supremo al magistrado progresista Stephen Breyer, que ha anunciado su intención de jubilarse cuando concluya el curso judicial en junio o julio.