La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense, en el marco de la Operación Filium, ha detenido a siete personas como presuntos autores de 57 delitos agravados de hurto de cable, pertenencia a un grupo criminal, un delito de robo con fuerza en viviendas, un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y otro por tenencia ilícita de armas y depósito de municiones.

Los detenidos, cuatro de nacionalidad española y tres portugueses, tienen entre 21 y 50 años y son vecinos de Xinzo de Limia y Verín; algunos con lazos familiares entre ellos.

La operación terminó el pasado 25 de noviembre, tras un año de investigación, con las detenciones y con cinco registros efectuados en los domicilios de los detenidos, situados en Xinzo de Limia y Verín.
En ellos intervinieron 0,5 toneladas de cobre de tendido eléctrico, herramientas utilizadas para la comisión de los robos como sierras o cizallas, 22.500 euros en efectivo, una báscula de pesaje, 270 gramos de marihuana, 67 gramos de hachís, una báscula de precisión, útiles para la distribución al por menor de sustancias estupefacientes, un bolígrafo pistola del calibre 22-un arma prohibida-, cartuchos de calibre 22 y diversa documentación y vestimenta relacionada con los ilícitos penales investigados.

Así lo ha explicado el comandante y jefe interino de la Comandancia de Ourense, Rafael Berguillo, subrayando que "la banda" se dedicaba al robo de cobre "en cantidades de gran envergadura" y que "se jerarquizaban" en "dos células" con funciones concretas y diferenciadas, con dos modus operandi.
En concreto, uno de los grupos operaba cortando el poste de madera que sujeta el cobre, mientras que la otra parte directamente cortaba el cable tensor. Además, Berguillo ha explicado que, de los siete detenidos, seis hombres y una mujer, cuatro de ellos están privados de libertad por resolución judicial y varios cuentan con antecedentes previos.

En cifras, el comandante y jefe interino de la Comandancia de Ourense ha valorado que "se puede hablar de más de 500.000 euros en daños en material a la empresa suministradora".

Además, hay "otros datos de igual interés", ya que el robo del cobre supuso para la población "importantes consecuencias", con más de 96.000 hogares que, "al menos durante un día no tuvieron Internet o teléfono". Asimismo, también afectó a varios centros de salud de la comarca de Monterrey y a una oficina de Correos.

Modus Operandi

En el modus operandi ha profundizado el capitán jefe de la oficina de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense, Juan José López Castro, señalando que una de las células cortaba el cable tensor a través de una cuerda con un gancho. A esta se le atribuyen 27 delitos de hurto de cobre, que serían 8 kilómetros, y una cantidad sustraída de 180.000 euros.

A la segunda célula, la que cortaba directamente el poste de madera que sujetaban los cables del tendido, le atribuyen 30 hechos delictivos de hurto de cobre y una afectación de 346.000 euros con más de 11 kilómetros de línea de cobre rodada.

Según la Guardia Civil uno de los siete detenidos era intermediario y al mismo tiempo receptor, su función era llevar el cobre sustraído a diferentes lugares de residuos sólidos de la provincia.

Por su parte, el comandante de la unidad técnica de la Policía Judicial ha querido destacar que esta operación "puede ser de las más importantes dentro del marco anual de lucha contra robo de cobre" y "dentro del marco de Europol". Ha apuntado que a nivel de coordinación "fue muy potente" entre Ourense y Portugal, ya que el intercambio de información "fue fundamental para las detenciones que se han hecho".