Realizar reformas en un inmueble puede ser una labor complicada. Además de los diferentes trámites administrativos necesarios, los usuarios deben enfrentarse a los altos costes de la obra y encontrar un buen profesional que acometa los trabajos adecuadamente y en un plazo de tiempo razonable.
Y es precisamente en este último punto en el que varios vecinos de Narón y Ferrol se han encontrado ante una coyuntura que incluso les ha llevado a plantearse recurrir a la justicia. Según denuncian los afectados, una empresa de la ciudad naval, supuestamente especializada en labores de pintura y aislamiento de fachadas y cubiertas, está realizando trabajos en el mejor de los casos “chapuceros” y, en el peor, inexistentes.
“Es un elemento que cobra, te dice ‘mañana voy’ y nunca aparece. La gente que tiene está sin contrato, los arneses que empleaban estaban caducados...”, lamenta una de las afectadas. En su caso, la comunidad de vecinos contrató a esta persona para realizar labores de aislamiento de la cubierta, las cuales se limitaron, supuestamente, a aplicar una capa de pintura sobre la misma, eso sí, bloqueando las bajantes del edificio en el proceso.
A consecuencia de esta obra, afirma la vecina, su domicilio terminó completamente inundado, teniendo incluso que intervenir los bomberos para romper una pared para que pudiera salir el agua acumulada. Asimismo, también detalla que parte de la espuma usada en el tejado terminó desparramada por la vía pública y que, cuando le llamó para dar parte de la anegación, no apareció hasta varios días después.
De este modo, la afectada, que tiene constancia de al menos tres incidentes similares con esta misma empresa, ante la necesidad de contratar a un nuevo profesional para arreglar los desperfectos, ha consultado la posibilidad de presentar una denuncia con su representante legal.
Otro vecino de Ferrol con el que también contactó este Diario, y que al igual que la anterior quiere permanecer en el anonimato, sufrió una historia muy similar. En su caso, contrató los servicios de esta compañía para sustituir las placas de fibrocemento del tejado de su vivienda, realizando también un tratamiento aislante para evitar goteras. Así, el responsable de la empresa, tras cobrar una parte de la intervención de antemano, se limitó a sustituir tan solo una parte de la cubierta, además de dar una única capa de sellador en lugar de las tres necesarias.
Para agravar más la situación, el afectado pudo comprobar a los pocos días, cuando empezó a llover, que no solo no se había aislado correctamente la cubierta, sino que el número de goteras se había multiplicado, llegando a contabilizar una treintena. La empresa garantizó que arreglarían estas fugas, pero el problema no se llegó a solucionar.