El patrullero de altura “Serviola” ha partido de su base en Ferrol para realizar una nueva misión de vigilancia y seguridad en los espacios marítimos de soberanía e interés nacional del norte peninsular, con presencia en la costa gallega y cantábrica. Hará una escala en el puerto de Santander.
El buque está al mando del capitán de corbeta Teodoro Romero de Soto y cuenta con una dotación de 49 militares, incluyendo oficiales, suboficiales y escala de marinería. Fue construido en Navantia (entonces Bazán) a principios de los años 90 y entregado a la Armada en marzo de 1991.
La fragata “Álvaro de Bazán” sale hoy a primera hora de Ferrol para integrarse en el grupo naval permanente de la OTAN número 1, que opera en aguas del Mar del Norte y el Báltico. Estará desplegada hasta el mes de junio y participará en diferentes adiestramientos, como el ejercicio Dynamic Guard, que se desarrollará entre los días 20 y 24 de febrero.
Al mismo tiempo, el SNMG-1 mantedrá vigiladas las infaestructuras críticas marítimas y subacuáticas para evitar sabotajes como el del gasoducto Nord Stream. Desde el mando de las unidades marítimas de la OTAN se recuerda que se trabaja para mejorar la seguridad en aguas europeas. Para eso se ha incrementado la presencia de patrullas en los mares Báltico y del Norte, así como las operaciones de inteligencia. Esto incluye al grupo permanente de la Alianza que opera en la zona. “Mientras los barcos se adiestran, simultáneamente monitorizan el área”, indican.
La “Álvaro de Bazán” está comandada por el capitán de fragata Jesús Viñas Barciela y se desplegará en la zona de operaciones con 216 hombres y mujeres pertenecientes a la propia dotación del buque, además de un equipo operativo de seguridad de Infantería de Marina y una unidad áerea embarcada con un helicóptero SH-60B de la Décima Escuadrilla de Aeronaves.