Santi Requejo, director de cine: “El humor nos da oxígeno para que el tema más serio pueda calar mejor"

El director de "Votemos" aborda la salud mental en su último largometraje, ya en cines
Santi Requejo, director de cine: “El humor nos da oxígeno para que el tema más serio pueda calar mejor"
Requejo, con el elenco I Unai Mateo

No estaba la salud mental entre las prioridades de Santi Requejo cuando dio sus primeros pasos en el mundo del cine, pero un episodio de su vida personal lo convenció para abordarla, primero en un corto –“Votamos”– y, ahora, con su versión larga, “Votemos”, en la que coloca al espectador ante un espejo. El resultado es extraordinario.

 

¿Cuándo pasó a ser la salud mental un motivo de interés?
En noviembre de 2020 conocí, a través de un amigo psiquiatra,  la historia de una mujer con esquizofrenia paranoide que, con la medicación adecuada y con acompañamiento profesional, hacía una vida completamente funcional. Esta mujer ya tenía apalabrado el alquiler de un piso, pero el día que iba a hacer la mudanza el propietario la llama y cancela el acuerdo. La razón, que los vecinos le dicen que la mujer está yendo a un centro y, para evitar problemas, decide no alquilárselo. Me quedé flipando, pues estamos hablando del derecho a tener un techo. Pero una hora después, subiendo a mi casa, coincidí con una vecina que llevaba poco tiempo en el edificio y, cuando cerré la puerta, me pregunté: ¿Y cómo estará esta? Yo no quería convivir con una persona con problemas de salud mental. Afortunadamente, tengo este amigo psiquiatra que me acompañó en este proceso y me permitió conocer a personas con trastornos mentales. Y cuando conoces esa realidad te das cuenta de lo equivocados que estamos, del daño que hacemos con nuestros prejuicios y lo alejados que estamos de lo que significa la salud mental. Es entonces cuando hice un corto, en el que intenté plantearle al espectador el mismo dilema que tuve yo con mi vecina. 
 
¿Es muy complicado hacer comedia con un tema como este? 
Es lo más difícil. El otro día estaba con Charo Reina –una de las protagonistas– en Sevilla y decía: “El humor es lo más serio que hay”. Tenía claro que el tono tenía que ser muy respetuoso porque estás tratando un tema dramático que afecta a mucha gente, pero el humor nos da oxígeno para que pueda calar mejor y hacerlo más memorable.

 

La película pone al espectador frente a un espejo. ¿Es esa la reflexión principal? 
La película nos recuerda que todos tenemos una mochilita que llevamos con nosotros, pero esa mochila no nos define como personas, la enfermedad mental no te define y las personas con estos problemas tienen sueños, anhelos y preocupaciones.

 

La película se desarrolla en un salón, un espacio muy reducido. ¿Cómo fue trabajar así? 
No era una casa, construimos un decorado. La película está muy cuidada desde todos los departamentos y el equipo de arte hizo un trabajo espectacular.

 

Todos tenemos una mochilita que llevamos con nosotros, pero esa mochila no nos define como personas

 

¿Cómo es coordinar y dirigir un elenco de tanto nivel?
Cuando planteas quién puede encarnar a los personajes y pones en esa especie de carta a los Reyes Magos las primeras opciones, tuvimos la gran suerte de que todos dijeron que sí. Al final, uno se da cuenta de que lo que convence a un actor es la historia y sentarse con el director y entender su visión: qué quieres contar y cómo lo quieres contar. Hubo buena sintonía desde el primer momento: les expliqué que quería hacer una película muy real y que el espectador se sintiera identificado porque va a hablar sobre nosotros. Indudablemente iba a tener humor, pero un humor que naciera de la situación, de la incomodidad. Por su parte hubo también  un compromiso con lo que se contaba. Trabajar con ellos es un regalo de la vida porque es muy difícil mantener la tensión en un espacio tan reducido. Para mí era clave el ritmo, no podía aburrir y la gente tenía que terminar la película. Entre ellos hubo mucho compañerismo, no se reservaron nada. Fue muy bonito.

 

El cine español está a la altura del que se hace en otros lugares, pero ¿de qué manera se puede cambiar la percepción generalizada que todavía existe para que el público lo apoye más en las salas de cine?
Hay cine español muy bueno, hay mucho talento, y eso se ve en los cortometrajes: es uno de los países con más nivel. No tenemos que dejarnos llevar por los prejuicios, por la brocha gorda: el cine español habla de nuestras historias, de quiénes somos. El norteamericano, por supuesto, lo hay buenísimo, pero también malísimo, pero, claro, ellos hacen diez veces más cine que nosotros. Al final, lo fundamental es no dejarse llevar por los prejuicios. 

Santi Requejo, director de cine: “El humor nos da oxígeno para que el tema más serio pueda calar mejor"

Te puede interesar