El picudo rojo se ceba con una veintena de palmeras de la ciudad de Ferrol

El picudo rojo se ceba con una veintena de palmeras de la ciudad de Ferrol
Cuatro palmeras se sometieron ayer a una cirugía arbórea | Jorge Meis

Las palmeras son ejemplares ornamentales que en determinada  época se han ido plantando en las plazas y espacios públicos de las ciudades. Ahora, algunas se han convertido, pese a no ser especies autóctonas, en todo un símbolo de las urbes y son ya ejemplares singulares de los que nadie quiere prescindir. Sin embargo, en los últimos tiempos el picudo rojo –Rhynchophorus ferrugineus– se ha convertido en su peor enemigo y motivado ya la tala de muchos ejemplares en Galicia.


En Ferrol, hace meses que este coleóptero está afectando a las palmeras pero los tratamientos iniciados, sin embargo, parece que no están teniendo el efecto deseado y ha habido que volver a actuar en ellas, además de en las que todavía tenían únicamente síntomas.

 

Inventario total

Así las cosas, en el inventario municipal figuran hasta 21 palmeras singulares, tanto por sus dimensiones como por la antigüedad de las mismas. Son cuatro del baluarte de San Xoán, de la zona verde de Herrerías –Defensa–, plaza de Sevilla y parque de a Graña, además de 11 de la plaza de Amboage, cuatro del Cantón y Alameda de Suanzes y dos de los jardines de las Angustias.
De todas estas, ocho están afectadas por esta plaga del picudo rojo.


Además, la ciudad cuenta  con hasta otras 42 palmeras no singulares, de las que hasta diez también están afectadas. Se trata de árboles en las zonas de O Inferniño (1), Ultramar (1), calle Ortigueira (2), Armada Española (2) y paseo marítimo de Caranza (4).

 

El catálogo arbóreo municipal recoge hasta 63 palmeras, 21 singulares


En la mañana de ayer efectivos de la empresa especializada en el tratamiento analizó las copas de los ejemplares de Amboage (cuatro comenzaron su tratamiento quirúrgico y las restantes lo harán posteriormente), para lo que se cortó al tráfico el tramo de la calle Real entre Arce y Méndez Núñez con el fin de instalar las grúas de acceso y eliminar el material vegetal dañado. La zona de las palmeras quedó precintada, con el objetivo de evitar daños en peatones y vehículos.


Las palmeras de Amboage y otras de afectación importante están siendo sometidas a una cirugía en los brotes para retirar la zona afectada. Se les aplica, a continuación, fungicida y se someten después al tratamiento periódico que se lleva acabo en otras palmeras con y sin síntomas. Así, las que no poseen todavía la enfermedad ni se muestran todavía propicias a la afectación por el insecto son tratadas cada 45 días, entre octubre y mayo, con una dosis de nematodo entomopatógeno, que se complementa con acetamiprid cada 60 días entre junio y septiembre. Las que ya muestran síntomas aumentan la dosis del último medicamento también fuera del período estival.


Tal y como se recoge en el informe elaborado desde el Concello, para el tratamiento de las palmeras afectadas es necesario hacerse cargo de costes procedentes de los tratamientos antes descritos y que van desde las duchas de los brotes en las copas de las palmeras, que suponen 37,50 euros –tanto en el caso del insecticida como en el de los nematodos– hasta las cirugías que suponen un desembolso de 340 euros por cada una de las unidades arbóreas.


Además, a estos importes hay que sumar el precio del camión cesta con el que se asciende hasta lo alto de las palmeras y que pueden alcanzar entre 15 y 25 metros de altura, dependiendo de los ejemplares a tratar.

 

Salvación

El informe elaborado desde el Concello para el tratamiento y cura de las palmeras afectadas da cuenta de que algunos de los ejemplares que se encuentran afectados en la actualidad por la plaga ya no se consideran viables para su recuperación. 
Se está valorando, además, la viabilidad o no de aplicar el tratamiento oportuno en aquellas palmeras que son motivo  continuo de conflicto para su localización o bien por tratarse de ejemplares todavía muy jóvenes. 


Pero además de los ejemplares que ya están siendo “medicalizados” desde el Concello, por ser de propiedad municipal, en la ciudad naval existen también multitud de palmeras afectadas que no corresponden a la administración local. Son, por ejemplo, los grandes ejemplares de la entrada del Arsenal, propiedad del Ministerio de Defensa; los que se hallan en la zona portuaria, las palmeras del instituto Concepción Arenal, además de otras muchas que se encuentran en parcelas privadas en el municipio

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