La muestra antológica de Sergio Vázquez lleva al Torrente Ballester a otro nivel

Este jueves se celebró el acto de apertura en el que participaron algunos de sus alumnos con sus impresiones
La muestra antológica de Sergio Vázquez lleva al Torrente Ballester a otro nivel
Un instante posterior al acto de inauguración en la sala Fernando Álvarez de Sotomayor | EMILIO CORTIZAS

El centro cultural Torrente Ballester celebró este jueves la inauguración de una exposición antológica que recopila parte de la obra pictórica y escultórica de Sergio Vázquez, realizada a lo largo de más de cuarenta años de trayectoria. La cita estuvo marcada por el afecto de los presentes y, especialmente, por la participación de una de sus alumnas, de manera presencial, y de otros seis aprendices, en diferido.


En la entrada de la Fernando Álvarez de Sotomayor se agolparon los admiradores y seres queridos del artista, que no quisieron perderse esta oportunidad de disfrutar en primicia de las muy diferenciadas colecciones, que se reparten también por la sala Maruja Mayo, en el piso superior.


La inauguración fue presentada por el concejal de Cultura, José Antonio Ponte Far, que empezó disculpando la ausencia del alcalde, José Manuel Rey Varela, que era el que inicialmente estaba previsto para abrir el acto. Se trata de una importante ocasión para conocer la obra de un artista al que costó convencer para esta propuesta, una tarea a agradecer al técnico de exposiciones del Torrente Ballester, José Liñeira, según apuntó el concejal, que considera que “a proxección pública da obra de Sergio Vázquez é moito máis limitada do que debería ser”.


Ponte Far recordó que se trata de un creador que se licenció en Bellas Artes a los 62 años, un ejemplo de la importancia que le daba al esfuerzo, tal como corroboraron desde la pantalla algunas voces de sus antiguos alumnos, que no solo compartieron sus impresiones relacionadas con el legado artístico que les deja sino también de tipo personal.


Un ejemplo es Luisa Posada, que sí estuvo presente e intervino leyendo un texto de estética literaria que tituló “Diario de un estudio de pintura”, en el que relató tanto las dinámicas de trabajo de su maestro, que le estaba escuchando, como la “ternura y dedicación que se extiende más allá del arte”.


No obstante, antes tomó la palabra el técnico de exposiciones del centro cultural, que se limitó a realizar un repaso de lo que se puede ver en la exposición, sin dejar de lado su perspectiva personal sobre el artista, marcada desde la primera vez que visitó su lugar de trabajo. Desde aquel momento, le impactó una “serie de debuxos escultóricos de gran formato”, impregnados de sentido al incorporar la crítica social y la historia como trasfondo, que además explica “con infinita paciencia”, valoró Liñeira.


Este profesional también da cuenta de que Vázquez fue un pionero en la ciudad, haciendo gala de una gran versatilidad en su pintura, que va desde el naturalismo hasta lo onírico, pasando por lo que se suele llamar “assemblage” pero que el artista prefería llamar “as miñas madeiras”, en palabras de Liñeira, en las que imprime trazos del cubismo o constructivismo, entre otros. 

La muestra antológica de Sergio Vázquez lleva al Torrente Ballester a otro nivel

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