Aunque son legión los ferrolanos que aseveran que la mejor tortilla del mundo es la que cocina Samuel Curbeira en el mesón Ankha, situado en la calle de la Iglesia, este fin de semana se ha podido corroborar que realmente opinan así con razón, ya que según los miembros del jurado del XVII Campeonato de España de tortilla de patatas, la que prepara Samuel a su clientela ferrolana es de las mejores del España, la tercera mejor para ser más exactos.
El negocio cerró sus puertas el viernes para asistir al certamen en la comunidad valenciana y abrirá de nuevo este martes, pudiendo celebrar ya con su habitual clientela el éxito cosechado en Alicante. Asegura Curbeira que regresa muy satisfecho con el galardón y el trabajo realizado. “La verdad es que la tortilla salió espectacular, pero claro es que tienes una hora y da tiempo a hacerlo con toda la calma del mundo, la verdad es que fue llegar y embarcar”. Sostiene este cocinero ferrolano que su pasión por la cocina le viene de cuna, “en nuestra familia siempre se ha cocinado y se ha comido muy bien, siempre me han inculcado ese amor por el producto y la comida de siempre y por el sabor”.
Como suele pasar tras recibir este tipo de reconocimientos, es más que probable que el restaurante reciba a nuevos comensales a partir de ahora, algo ante lo que Samuel se muestra prudente. “Desde hoy recibiremos en nuestra casa a los clientes de siempre y e igual a alguno más, pero intentaremos no desbordarnos y no fastidiar lo que hasta ahora nos ha ido tan bien”, indica. Sobre las particularidades de su tortilla sostiene que es la que a él le gusta, que bebe un poco de sus referentes, situados en Logroño, Santander o Betanzos. “Tiene algo de varias tortillas, pero no es igual a ninguna de ellas”.
Los participantes en el certamen, que llegan al mismo tras haber realizado una criba los meses previos a través de catas realizadas por la organización, pudieron elaborar la tortilla en directo durante un tiempo de cocinado de una hora. Posteriormente se llevó a cabo una cata a ciegas por parte del jurado del que formaron parte personalidades del sector, como la chef catalana Carme Ruscalleda o el repostero valenciano Paco Torreblanca.
Era la primera vez que Samuel Curbeira, propietario del establecimiento de la urbe, se presentaba a este concurso, aunque lleva más de diez años haciendo tortillas, y su experiencia y el sabor y elaboración han sido recompensados ahora con este premio de gran repercusión que no comporta contraprestación económica alguna.
Sus ingredientes imprescindibles y que llevó hasta Alicante, un buen aceite de oliva suave, una buena patata, él se decanta por la variedad agria, que es la más adecuada para freír y se queda más entera, y huevos de la granja de Campomayor, en Palas de Rei, Lugo. A esto se suma su toque de sal y la cebolla, cuando el cliente la quiere. “Las que servimos de pincho no llevan cebolla ni las raciones, pero la tortilla entera sí”, precisa Samuel.
Las tortillas del Ankha son muy conocidas en la ciudad y ahora queda claro el motivo, pero hay muchos templos que sirven como pocos este plato tan versátil de la cocina tradicional española, así que conviene hacer un repaso por algunos de estos restaurantes de la urbe naval por si alguien tiene a bien hacer su propia cata.
Un negocio mítico en el que disfrutar de una excelente tortilla es el Bacoriño, en la calle San Francisco, pudiendo degustarla con o sin cebolla. Otro establecimiento de la ciudad especializado en tortillas, Zahara, se presentó el año pasado dentro de la modalidad del tortilla tradicional del certamen, con una propuesta a la que añadieron jarrete estofado, ya que a la tortilla, como bien se dice, “se le puede poner prácticamente de todo”. En su caso tienen tanta fama que hasta cuentan con su propio registro digital de tortillas, que se cuentan por miles.
También gustan mucho en la urbe las tortillas de un negocio clásico como el Nuevo Callao, o bien las que preparan en la AVV de Doniños, que resultan una excelente opción para llevar a la playa. Sin alejarnos de esta misma zona de Ferrol gozan de gran aceptación también las que preparan el El Refugio.
El sabor de una buena tortilla depende de muchos elementos. Los huevos que se emplean en su elaboración son importantes, ya que los hay más o menos densos y con diferente sabor y color; el aceite en el que se fríen las patatas también condiciona el sabor de las mismas, de ahí que se apueste por óleos de sabor suave y, por supuesto, la elección del tubérculo, una buena patata lo es todo.
El tema de la cebolla es una cuestión que generará debate siempre, de ahí que los negocios suelan preparar ambas opciones. La cuestión del huevo es menos negociable, va con el gusto del cocinero y es el comensal quien decide a dónde va para disfrutar de aquella que preparen más a su gusto.