Mapi Rodríguez: “El barrio de Caranza se hizo a sí mismo, con la lucha de los vecinos”

Mapi Rodríguez: “El barrio de Caranza se hizo a sí mismo, con la lucha de los vecinos”
Mapi Rodríguez Venancio es la presidenta de la AVV Cuco Ruiz de Cortázar, de Caranza | emilio cortizas

Aunque ya ha habido actos previos, el próximo sábado el barrio de Caranza celebra su 50º aniversario, con una comida de confraternización vecinal y música. La presidenta de la AVV, Mapi Rodríguez Venancio, está inmersa en la organización, algo que no le es ajeno porque la actividad que desarrolla durante todo el año no cesa. Es mucho trabajo pero no oculta que le encanta.

 

Caranza no nace hace cincuenta años, ¿qué se celebra exactamente con este aniversario?
Es el aniversario de la inauguración del polígono Camilo Alonso Vega, en agosto de 1972. Es verdad que Caranza ya existía pero la conclusión del polígono, por parte del Ministerio de la Vivienda, fue entonces. Se inauguró la construcción de edificios, pero no el nacimiento de un barrio, que es lo que es Caranza hoy, el barrio más populoso de la ciudad. 
 

Metieron a miles de personas en las viviendas, pero no enseñaron a convivir y nosotros hemos tenido que aprender día a día. Hoy es el barrio con más dotaciones de servicios de la ciudad, el barrio con más zonas verdes, con centros educativos, de formación, sucursal de Correos y se ha ido ampliando hasta el punto que edificios importantísimos de la ciudad están aquí ubicados, como el auditorio o el conservatorio.
 

Caranza es un barrio que se hizo a sí mismo y por el que lucharon los vecinos, con el tejido asociativo. Empezaron la lucha y acabaron a finales de los noventa cuando Caranza pasó a ser menos peligroso. Por estadísticas y datos de las fuerzas de seguridad hoy es el barrio con menos tasa de delincuencia.

 

El plan sociocomunitario de Caranza fue y es todavía un referente, que cambió totalmente la convivencia. ¿Cuándo se puso en marcha?
En los años ochenta. Fue un proyecto de Marco Marchioni, comprometido con el trabajo social comunitario, muy innovador. Se siguieron sus directrices durante muchos años y estas marcaron el futuro de Caranza, que es en el que nos encontramos hoy.

 

El barrio ha sufrido una evolución tanto urbanística como social. ¿Cuáles serían los hitos en ambos ámbitos?
El crecimiento urbanístico es importantísimo. El polígono fue referente a nivel arquitectónico, por cómo se construyó, por fases, que denominamos Vecinales –porque seguimos hablando así, las verdes, vecinal cuatro, etc, en vez de los nombres de las calles– y era la primera vez que ocurría. Desde el punto de vista social, lo más importante fue la lucha contra la droga, no queremos esconderlo porque somos un referente a nivel nacional. Fue un plan comunitario que funciona y fue el primero. Demostró que con el apoyo de todas las asociaciones y vecinos se puede construir.

 

¿Cuándo nace la Asociación de Vecinos Cuco Ruiz de Cortázar?
Se legalizó, como todas, en el 78, pero ya había junta gestora anterior. El libro que editó la asociación sobre Cuco Ruiz de Cortázar ya nos cuenta que había una agrupación, no con CIF pero sí como movimiento vecinal importante, clandestino, en época de Franco, cuando no se podían reunir para organizarse. 

Entonces, había encuentros en sitios como las iglesias. Invito a la gente a leer el libro porque ahí está la historia de cómo llegó a ser una AVV. 
 

La entidad lideraba todas las luchas contra la droga, se iba a Madrid, sujetaba la pancarta y era la cabeza visible, por eso siempre fue tan importante. Hoy sigue teniendo mucha actividad, somos referente en la ciudad pero porque continuamos con mucho trabajo, los directivos echamos muchas horas y además de actividades de diverso tipo facilitamos la vida y la calidad de vida a los vecinos, tramitamos subvenciones, cualquier gestión, y nos encargamos de las relaciones con el Concello para mejorar el barrio. Si no sabemos, preguntamos o nos asesoramos con abogados, pero nunca hemos dejado a ningún vecino por no tener los conocimientos. Estamos abiertos de lunes a viernes y con el teléfono desviado todos los días del año, por eso, somos referente de la mayor parte del barrio, aunque haya a quien no le caigamos bien o no le gustemos, obviamente.

 

Hablando de relaciones con el Concello, hay quien dice que todo se va para Caranza...
Nosotros trabajamos con el gobierno, con el que esté en cada momento. A mí cada cuatro años me cambian el voto y dicen que voy con unos o con otros, pero no es así. Yo soy muy de hablar y tengo buena relación con todos, no soy amiga ni de Mato ni de otro, es con quien tengo que hablar, con el gobierno.

 

La AVV de Caranza está ligada al nombre de Mapi, pero ¿cuánto tiempo lleva en la asociación?
En 2001 ya colaboraba pero entré porque Román Piñón, el secretario, estaba ingresado y necesitaban alguien para organizar la Semana de la Música. Entré colaborando, con Carlos Oreona de presidente. Primero estuve en el área de Cultura y después como vicepresidenta. Cuando se fue Graña pasé a presidenta. Después me retiré unos años por enfermedad y llevó la presidencia Magán pero volví. No lo voy a negar, me gusta mucho ayudar a los demás, por eso estoy involucrada en otros temas sociales.

 

¿Reconoce el barrio de antes en el de ahora?
Conozco el barrio desde 1974. Mi abuela fue una expropiada de Esteiro, de la calle Soto, y le dieron el piso donde vivo yo ahora, en Armada Española. Yo me crié aquí porque vivía mi abuela, aunque soy de Santa Marina. 
 

Me fui a vivir a Caranza en el año 96, cuando me casé, y en principio era una transición, no era donde me iba a quedar. Tres años después tuve que tomar una decisión y dije: de aquí no me muevo. 
 

Mi hija estudió en el Lestonnac, fue al instituto Rodolfo Ucha. Todo lo que necesitamos lo tenemos en Caranza, tengo el centro de salud, Correos... hasta tenemos conservatorio, escuelas deportivas de natación y de triatlón. Para fútbol, el Galicia, que es un referente. Caranza está dotada de todos los servicios, por eso yo digo “bajo a Ferrol” cuando voy a otra zona porque aunque estoy en Ferrol yo considero que no necesito ir para nada, es como ir a otro municipio.

 

Oyéndola hablar, ¿le falta algo para ser el paraíso?
Un buen mantenimiento. Es el que más zonas verdes y de esparcimiento tiene y el mantenimiento ha fallado en un 75% en todos los gobiernos, el actual incluido. Ahora tendremos un parque ejemplar, Fontelonga, pero sin mantenimiento no luce nada, si se sigue tropezando en las aceras, no se cuenta con pasos de peatones bien pintados, no están las entradas en colegios impolutas, o carecemos de un local social para mayores, que con la población envejecida que tenemos es una vergüenza. Necesitamos un paseo marítimo acondicionado, playa con arena, etc. Caranza tiene mucho pero también necesita mucho.

 

Y el sábado, todos de fiesta...
Es un día para recordar que somos los mejores construyendo barrio, ver lo que fuimos y lo que somos, es un día para encuentros y totalmente festivo, no trabajaremos ni los de la asociación, gracias al patrocinio de la Autoridad Portuaria,  que se abrió de par en par y sin ninguna condición. Será como una boda, sentados, hablando y disfrutando.

Mapi Rodríguez: “El barrio de Caranza se hizo a sí mismo, con la lucha de los vecinos”

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