La investigadora Ivana Ruiz-Estramil, de la Universidad del País Vasco, abrió este jueves la segunda jornada del Curso Carlos Gurméndez aportando contexto “de una realidad migratoria que se agrava”. Comenzó diferenciando los conceptos de migrante internacional, solicitante de asilo y refugiado, en una situación global en la que hay 281 millones de migrantes en el planeta, el 3,6 % de la población mundial. Hay, además, 117 millones de desplazados a la fuerza.
Ruiz-Estramil analizó también los datos en el caso de España, centrándose en las dificultades de la espera y, sobre todo, “de la ruptura del imaginario de vida en Europa, que ellos pensaban como un paraíso pero cuya realidad (dificultades, violencia) los defrauda”, señaló. Así, sobre el futuro, advirtió acerca de los miedos y temores de una UE respecto a los inmigrantes, a los que calificó de “sujetos sin derechos que encarnan las incertidumbres del siglo XXI”, y el sometimiento a los discursos de odio “que desgraciadamente van en aumento”.
Apuntó la codirectora del curso, Asunción López Arranz, que el siguiente invitado no iba a defraudar, y no lo hizo. El catedrático de Sociología de la UDC Antonio Izquierdo Escribano ofreció una conferencia en la que cupieron los datos, las desmitificaciones interesadas y el humor. Analizando la realidad de la inmigración a través de gráficos con estadísticas de última hora, sintetizó el erudito que: “en España se hace política ‘con’ la inmigración pero no ‘de’ la inmigración” por una cuestión de votos, e incidió: “Hay mucha ideología y poco conocimiento, y por ideología entendamos una falsa consciencia de la realidad”.
Así, incidió Izquierdo que “a la gente solo le preocupa más que la inmigración el tema de la vivienda. Le preocupa igual o más que el cambio climático o las guerras. Estamos muy perdidos y se explica porque la gente se informa de manera mayoritaria por la televisión y las redes sociales”, criticó.
Desgranando datos y números, cifró en solo un 5% la inmigración irregular, “lo que demuestra que hay más control del que pudiera parecer ante los datos de ciertos medios y redes sociales que exageran”. Destacó que en los nueve millones de inmigrantes, la procedencia de Latinoamérica y luego Europa es la que más abunda, y que la familiar es la mayoritaria.
“Además –recalcó– la mayoría son asalariados y van subiendo los trabajadores por cuenta propia”. Insistió Izquierdo en como interesaba que todo el mundo tuviese derechos laborales y que, de interesarle algo a España, sería “que los trabajadores fuesen cotizantes”.
Además de destacar el uso instrumental y negativo que se hacía de la inmigración, el profesor propuso que tras cinco años de residencia en el país la gente se pudiese empadronar, y concluyó: “Sé que es polémico, pero no se puede crecer eternamente porque el planeta va a estallar. En ciertas áreas habrá que plantearse que sería mejor decrecer”.
Ya en la jornada de tarde, llegó desde Barcelona la investigadora vasca Ainhoa Ruiz Benedicto, doctora en Relaciones Internacionales, para hablar sobre los muros en el mundo desde la caída del de Berlín. Fue una ponencia fértil en datos pero austera en esperanza, toda vez que la construcción de tapias significa “el pánico y terror a los demás, la falta de solidaridad y un mundo enfocado al miedo”.
Resaltó Ainhoa Ruiz que “desde 1972 se han construido en el mundo 79 muros y no se ha derribado ninguno”. Por países, destacó los casos de Israel, sobre todo, India y China y, por continentes, los 43 en Asia, los 22 en Europa, los 12 en África y los dos de América. Los motivos de la erección de murallas son variados, dijo, desde el covid, la salubridad animal, la caza furtiva, el narcotráfico y, sobre todo, la inmigración. En este aspecto, incidió en la hipocresía de Occidente, sobre todo la UE, Australia (sin tapias pero con una durísima política de inmigración) y EEUU, ya antes de la llegada de Trump.
En el caso europeo, señaló los construidos en Europa a partir de 2015 con los problemas de Siria, Irak y Afganistán, aunque la gran mayoría de los desplazados lo hagan dentro de las fronteras de sus países. “El papel de Occidente está siendo lamentable, ya no de falta de empatía o de criminalización, sino de violencia, como en el caso de Trump. La libertad de personas y mercancías del liberalismo occidental ha sido una falacia y ahora lo que funciona es el miedo y el muro de seguridad frente a la cooperación”, concluyó la experta.
“Atrapadas”, la obra dirigida por Cristina Mariño, Eugenia Sanmartín y Helga Méndez, de Maquinarias Teatro, se representó en el Campus para dar por finalizada la segunda jornada del Gurméndez. La representación es una reflexión sobre la realidad de los refugiados y refugiadas en el mundo y supone un hito en la historia de la cita cultural, que por primera vez incluyó una actividad de este tipo.
Una palestra en la que participa el que fue ministro de Trabajo y Emigración en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Valeriano Gómez, cerrará este viernes el capítulo de conferencias de la vigésimo sexta edición del Curso de Pensamento Carlos Gurméndez.
Gómez compartirá espacio y tiempo con Santos Ruesga, catedrático de Economía en la Universidad Autónoma de Madrid, para hablar sobre “Migraciones: Perspectiva sociopolítica y económica”. Asunción López Arranz, codirectora de la cita, se encargará de moderar esta última charla que dará comienzo a las 10.00 horas. El curso se clausurará oficialmente con la entrega de diplomas, prevista para las 13.45 horas.