El edificio del Concello de Ferrol avanza hacia su nueva cara, en una rehabilitación que tiene una duración prevista de tres meses –los andamios empezaron a levantarse este agosto– y que supondrá la mejora de la salubridad, la seguridad y la conservación, así como del ornato y la integración ambiental. Ayer comenzaba la retirada de la teja, dentro del cambio en el revestimiento de la cubierta, que pasará a tener un acabado con lámina de cinc.
Este es uno de los aspectos que se verán modificados desde el exterior, junto con la eliminación de buhardillas que fueron antiguas viviendas y que ahora no tenían uso. Se instalarán en su lugar ventanas giratorias. Asimismo, se retirarán pináculos y ornamentos que pueden además ser peligrosos si se desprenden.
También se protegerán contra la corrosión las armaduras de las semiviguetas del forjado de la cubierta y se acabará con el pintado de las fachadas. Este último también supondrá un leve cambio respecto a la actualidad, puesto que el fondo y los elementos que se resaltan tendrán dos tonos distintos de gris –ahora los marcos de las ventanas son rojos– y el zócalo tenderá más hacia el marrón.
Las obras en el palacio municipal incluyen la demolición de la cobertura de placas con fibrocemento con amianto y la demolición de la cobertura de teja cerámica, que es la fase que acaba de comenzar. Se continuará con demolición y limpieza de fábrica de ladrillo, cubiertas de las buhardillas, carpintería de madera, sollado de baldosa, cornisas y ornamentos, lucernarios y pináculos.
Después se colocará la lámina de cinc, ventanas, lucernarios, una azotea transitable y el sollado de baldosa hidráulica.
En las fachadas se lijarán las superficies y se recebará donde sea necesario, para después pintar. En la carpintería de madera se hará lo propio, utilizando el color blanco y un gris conocido como Gris Tráfico para las persianas.
También es preciso realizar reparaciones estructurales aunque el estado del edificio, según los detalles del pliego técnico, es bueno, y el deterioro que presenta la cubierta se debe a la falta de estanqueidad (humedades). También está en mal estado la pintura exterior.
La rehabilitación de la casa consistorial tiene un presupuesto de 562.650 euros, que sufragará en un 80% la Deputación da Coruña, dentro del Plan de Obras e Servizos.
El concejal de Urbanismo, Julián Reina, considera que se trata de una intervención “moi necesaria para garantir a seguridade no inmoble debido aos danos que sufre a última planta do edificio”. Cuando la reforma esté concluida “poderanse aproveitar mellor os espazos ata agora sen uso por mor do seu mal estado e o deterioro das bufardas”.