La venta de entradas del concierto de Abraham Cupeiro en el Auditorio municipal, en el que presentó su disco “Loira”, ya indicaba que sería un concierto cálido.
No defraudó. El mestizaje de su perra, que da nombre al trabajo discográfico, se plasmó también en su interpretación, con una sucesión de instrumentos y melodías, que ocasionaron ovaciones, aplausos y mucha sorpresa, sobre todo en aquellos asistentes que se “estrenaban” en el universo del artista.
Pero Cupeiro supo, además, arroparse por los grandes. Davide Salvado y Matthew Ward, en las voces; Sabela Caamaño, al acordeón; Cibrán Seixo, al violín; Alba Barreiro, al arpa, y Antonio Cienfuegos, al contrabajo completaron una “orquesta” a la que no se pudo pedir más.
Así, si en lo musical, con esos instrumentos recuperados algunos de ellos de la basura, otros protegidos por la Unesco y todos ellos con sonidos gaélicos, portugueses y de otras culturas, el concierto fue un éxito, también lo fue en lo personal.
Cupeiro supo ganarse al público recordando esos veranos en Ferrol y ese cariño que tenía las gentes de la zona.
Un cariño que fue totalmente recompensado por el público, que aplaudió hasta cansarse, en un concierto tranquilo, relajado, acompañado de palmas en ocasiones y en el que no faltó tampoco el humor.
No fue el primer concierto de Abraham Cupeiro en la comarca y, a juzgar por la acogida de este domingo, ni el instrumentista ni el público dejarán que sea el último.