Afrontar de una vez la dependencia que la ciudad de Ferrol tiene del Estado y la “deuda” que Defensa tiene con las arcas municipales por la exención de tributos; municipalizar servicios, empezando por los más significativos como el de limpieza y recogida de basura o la creación de una empresa pública de transporte colectivo; convertir a Ferrol en una ciudad sostenible y saludable, apostando por reducir el uso del vehículos particular, es sacar a la luz realidades culturales ocultas como As Irmandandes da Fala o potenciar la figura y la casa natal de Carvalho Calero son algunos de los retos que el candidato por el BNG a las elecciones del 28 de mayo, Iván Rivas, se plantea en esta campaña electoral.
Así lo puso sobre la mesa ayer en la primera de las Conversas no Parador dedicadas a la campaña electoral ferrolana y que convocará cada martes a uno de los cuatro candidatos de los partidos que actualmente tienen representación en el Concello.
Rivas hizo hincapié en que un 20% de los terrenos de la ciudad son propiedad de Defensa y están exentos de impuestos, por lo que reclama una contraprestación económica por esos usos. Considera además que la reversión del convenio con Defensa es complicada y que lo que hoy se puede hacer con lo acordado es actuar debidamente sobre lo que denomina ámbitos exteriores, es decir, las zonas verdes y los espacionales dotaciones de los pabellones, para desarrollarlos lo antes posible. En el proceso para evitar que se construyesen viviendas públicas y un centro comercial, reconoce que “para iso hai que ter a capacidade que so se pode ter sendo goberno local”.
Precisamente sobre la construcción de pisos nuevos, Rivas recuerda que Ferrol cuenta con 1.000 viviendas municipales en Recimil que habrá que adaptar a las necesidades reales, no limitándolas a vivienda social y evitando que funcione como gueto.
Para Rivas, el problema de la vivienda en la ciudad es que “están inhabitables” pero no la necesidad de nueva construcción.
Ferrol tiene además, para el BNG, las condiciones idóneas para ser una ciudad sostenible y saludable, con un transporte público gestionado por una empresa municipal y conveniado con el resto de los Concellos de la comarca permitiría potenciar una movilidad con prioridad para el peatón o la bicicleta. En este sentido, Rivas no considera que el aparcamiento sea un problema en la ciudad; el problema sería de “mobilidade” y para eso habría que utilizar los aparcamientos para dejar los coches –con subvenciones para parkings existentes– y mejorar la conexión con los buses o recorridos peatonales.
En cuanto a la estabilidad municipal, Rivas no cree que el ejecutivo actual sea inestable por estar en minoría –”pactou o que quixo co PP”, dijo–, sino que su proyecto no responde a las necesidades reales.