Llegó en 2016 a las filas de un Cisne con el que ha crecido tanto fuera como dentro de la cancha. Compaginando su carrera deportiva con sus estudios de Relaciones Labores, a los que le queda poco –”un año o año y algo, y ahora con Asobal más complicado todavía”, comenta entre risas–, el ferrolano Pablo Gayoso podrá, finalmente, ver cumplido su sueño de debutar en la elite nacional del balonmano, la liga Asobal.
Y es que la entidad pontevedresa anunció la renovación de un lateral izquierdo que, precisamente, hace cuatro años ya manifestaba su intención de siempre “mirar hacia arriba”. Por aquel entonces, con 21 años y recién llegado a las filas del Cisne, el canterano del Tirso de Molina poco se podía imaginar que ese escalón superior iba a llegar de este modo y, además, en las filas de un equipo en el que siempre ha manifestado estar muy bien. Su continuidad no lo pilló por sorpresa ya que “en principio el club tenía claro que querían seguir con prácticamente toda la plantilla. Llevamos cuatro o cinco años todos juntos y también quieren apostar por gente joven”, comenta un Gayoso que, desde Vigo, espera, más pronto que tarde, poder regresar a casa y estar con su familia.
Trabajo
Una continuidad en las caras de la formación pontevedresa propiciada, sin duda, al tratarse de una “fórmula” que da resultado. “Sí, pero la verdad es que también nos lo curramos bastante semana a semana”, analiza el ferrolano, “nos entendemos muy bien, llevamos mucho tiempo juntos y al final salió bien”. Con canteranos y tres jugadores “foráneos”, los cimientos para luchar por la permanencia están ahí, si bien, y como indica Gayoso, otras incorporaciones son necesarias.
“En principio vamos a hacer dos fichajes, uno de aquí de Vigo y un jugador argentino con experiencia en la categoría llegado de Francia, si bien con formación en el OAR y que nos va a portar, junto con nuestro portero Villamarín, una veteranía que nos a venir bien”, analiza. Un logro y un ilusionante proyecto que, sin embargo y debido a las actuales circunstancias, ni el ferrolano ni sus compañeros han podido todavía celebrar. “No pudimos hacer nada, solo hace unos días nos pudimos juntar para tomar una cerveza y poco más. No hubo comida, ni cena... estamos esperando ese momento”, añade el lateral.
Y con esa celebración pendiente, tanto él como sus compañeros esperan a saber cuando comenzará su pelea por el que será su meta en su campaña de debut, la salvación. “Sin lugar a dudas será ese el objetivo. Cumplir con la permanencia sería un logro muy grande, porque van a descender cuatro equipos y nosotros acabamos de llegar. A ver si nos acoplamos bien, pillamos una buena dinámica y logramos mantenernos”, comenta Gayoso. Sin fecha todavía para el inicio liguero y tras un parón en el que cada día su preparador físico estaba con ellos virtualmente durante casi una hora –”después ya salía a correr por Castrelos”, comenta–, la pretemporada se presenta “poco a poco, porque si no... el cuerpo todavía no está preparado y ya se está viendo con el fútbol, el portero del Celta rompió la rodilla...”.
Familia
Y mientras los días pasan para conocer estas fechas, Gayoso espera asimismo poder cruzar la "frontera" que ahora existe entre las provincias de A Coruña y Pontevedra. Empadronado en Vigo, Gayoso suma más de dos meses sin ver a los suyos y, ahora, mismo, ese es su principal objetivo "tengo ganas de verlos". l