El Racing regresa a Riazor para emular una victoria histórica

El Racing regresa a Riazor para emular una victoria histórica
Alfonso marcando uno de los goles de la victoria racinguista | aec

Hace más de cuarenta años que el Racing no juega un partido del campeonato liguero en Riazor, el escenario que va a visitar este domingo para enfrentarse al Deportivo. Fue un 19 de octubre de 1980 cuando el equipo ferrolano disputó su último encuentro oficial en el estadio herculino –entonces fue con motivo de la séptima jornada de liga del grupo 1 de Segunda B, la misma categoría en la que ahora se vuelven a encontrar–. El resultado, 0-2 a favor del cuadro verde, es otra de las cosas que el conjunto de la ciudad naval espera repetir de aquella histórica ocasión.

“El Racing ridiculizó al Deportivo”, “Rotundo triunfo del Racing de Ferrol” o “Naufragio blanquiazul” fueron algunos de los titulares con los que la prensa de la provincia de A Coruña dio cuenta de una de las páginas más brillantes de la histórica rivalidad existente entre el club coruñés y el ferrolano. Y, a pesar de que al final de la temporada el Deportivo acabaría consiguiendo el ascenso a Segunda y el Racing la permanencia en Segunda B, aquel encuentro perdura en la memoria de los que, de una manera o de otra, fueron sus  verdaderos protagonistas.

Por ejemplo, sobre el terreno de juego, el racinguista Alfonso fue, a sus 18 años, uno de los principales protagonistas gracias a los dos goles que marcó –uno en cada período–. Y, a pesar de que apenas se acuerda de cómo llegaron los tantos, recuerda que “un amigo mío, siempre que me ve, me recuerda que marqué dos goles”. Mientras, compañeros suyos, como el capitán Otero, destaca que “Alfonsito era muy espabilado”, lo que le permitió ganar la partida a sus rivales.

 

Solidez

Lo que explican tanto los protagonistas de aquel partido como las crónicas que se escribieron es que la victoria racinguista fue justa. “No es que nos metiéramos atrás, pero nos defendimos bien y a la contra los sorprendimos”, dice José Collazo, en tanto que Luis Pereira destaca que “defensivamente estuvimos bien armados, salimos con la intención de crear peligro a la contra y mantuvimos el mediocampo. Y, a pesar de que el Depor tuvo ocasiones, nosotros también además de los dos tantos”.

Además, la motivación de jugar en Riazor contra el Deportivo le dio fuerzas al Racing, como explica Gerardo Molina, entonces ayudante del entrenador, Delfín Álvarez. “Había rivalidad por la cercanía y el Deportivo era superior porque tenía mejores plantillas, mejores economías... Pero nosotros éramos los diablillos verdes, nunca dábamos el partido por perdido”, explica. Es algo que comparte el capitán Otero, que reconoce que jugar contra el Deportivo “siempre supone una motivación. Y sí que merecimos aquella victoria, sí”.

 

Rivalidad

Cuarenta años después de la última visita del Racing a Riazor en compromiso liguero, los protagonistas de aquella efeméride convienen en señalar que la histórica rivalidad entre Racing y Deportivo va a menos. “Es que en todos estos años no han coincidido en la misma categoría”, reconoce el goleador Alfonso. Por su parte, Gerardo Molina recuerda que “si se diesen otras circunstancias, la gente iría, estaría animada... Pero la pandemia ha hecho que la gente pierda algo de tirón, de ilusión...”.

En lo que coinciden todos ellos es que, a pesar de que vale tres puntos, igual que todas, una victoria sobre el Deportivo supone algo más. “Lo que hacen es darte más moral”, reconoce el goleador Alfonso, mientras que Luis Pereira apunta que “para nuestra gente ganarle al Deportivo...”. Es una opinión que comparte José Collazo, que explica que “sales con otro estímulo y es un aliciente muy grande para nosotros”. Por último, el capitán Otero confirma que “jugar contra el Deportivo siempre es una motivación”, algo que espera que se vea reflejado en el partido de este domingo en Riazor.

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