Se acabó. Esta historia que el Racing estaba escribiendo en Segunda desde la temporada pasada llegó a su punto final al perder en Almería. A cinco jornadas del final, el equipo ferrolano se queda a 16 puntos de la zona de permanencia, así que ahora lo único que le queda es terminar el campeonato de la manera más digna posible. También, de empezar a pensar en lo que va a ser el curso siguiente en Primera RFEF, con la idea de volver cuanto antes.
Como si no tuviese asumido su destino –una derrota lo llevaría matemáticamente al descenso–, el Racing inició el partido dispuesto a presentar batalla. Suyas fueron, de hecho, las primeras llegadas a la portería contraria, aunque sin traducirse en ocasiones para marcar. Por el contrario, el cuadro indálico fue poco a poco encontrando la calidad de sus efectivos ofensivos –en especial Luis Suárez– para sembrar tanta incertidumbre como poco peligro auténtico.
Los minutos fueron pasando y el guion no cambió demasiado. El Almería tenía el dominio de la posesión aunque no era capaz de sacar partido del talento que tenía de mediocampo hacia delante. Enfrente, el Racing se mostraba bien pertrechado en su parcela defensiva a la espera de tener la ocasión de lanzarse a la meta rival para tener opciones.
Estas llegaron poco antes del descanso, lo que derivó en los pitos de la afición local al ver cómo Naldo –primero– o Álvaro Giménez –después– ponían a prueba al portero Fernando. Sin embargo, cuando peor pintaban las cosas para el cuadro almeriense y mejor para el ferrolano, una acción puntual se convirtió en un penalti de Naldo sobre Luis Suárez, que el “pichichi” de Segunda convirtió en gol para poner por delante a los suyos de cara a la segunda parte del encuentro, en la que el cuadro verde tenía que jugarse sus últimas opciones.
Aunque nada más empezar la segunda parte el Racing advirtió, a través de una ocasión de Álvaro Giménez, que tenía la intención de presentar batalla, su rival demostró la capacidad resolutiva que tiene en su primera llegada a la meta rival. Fue en una internada de Marc Pubill por la derecha cuyo centro fue remachado al fondo de las mallas otra vez por Luis Suárez (2-0) para dejar el partido visto para sentencia en vista de las dificultades que el cuadro verde tiene para marcar.
A partir de ahí, y con más espacios, las llegadas a las dos porterías empezaron a ser constantes. Pero al Almería le faltó claridad en los metros finales y al Racing, como toda la temporada, capacidad para marcar. De ahí que el marcador ya no se discutiese, con el cuadro indálico volviendo a los puestos de playoffs de ascenso a Primera –pese al gol final de Álvaro Giménez (2-1)– y el Racing firmando su descenso.