Racing y Deportivo se miden esta tarde –19.00 horas, A Malata– en el partido del año para el equipo ferrolano, no solo por la entidad de un rival construido para subir a Segunda División por la vía del campeonato, sino por la situación clasificatoria de ambos. Quedan, con este, siete encuentros –ocho para el Racing, que tiene que finalizar el partido de Córdoba– y solo dos puntos separan a los contendientes. Los locales son cuartos con 55 puntos –y lo seguirán siendo porque el Celta B cayó ayer ante el Real Madrid Castilla– y el Deportivo (57) aspira a no perder más terreno con Alcorcón (61 puntos) y filial merengue, líder provisional tras su victoria sobre el Celta B. Con tanta igualdad clasificatoria, el derbi de hoy se antoja poco menos que trascendental.
Se enfrentan, por lo tanto, en A Malata dos de las escuadras más potentes del grupo I. El Deportivo, que tiene por objetivo subir –a poder ser directamente, sin playoff de por medio–, redobló su apuesta en el mercado invernal con el fichaje de un jugador de categoría superior, Lucas Pérez. El Racing, que busca clasificarse de nuevo para las eliminatorias, quiere seguir soñando, pero siempre con la misma filosofía: el partido a partido.
Ambos, además, protagonizan dos trayectorias poco menos que antagónicas, el Racing como anfitrión y el Deportivo como visitante. Los ferrolanos han ganado los últimos cinco encuentros disputados en su estadio –no pierden desde que en diciembre lo visitó el Alcorcón– y el equipo de Óscar Cano apenas ha podido sacar un punto de los últimos nueve en juego cuando ha competido lejos de Riazor. Las dos últimas visitas, a León y a Salamanca, las ha saldado con derrota y esos resultados son los que le han impedido asaltar el liderato.
Es un derbi y, por lo tanto, se presume igualdad máxima. El preparador racinguista ha insistido esta semana en la importancia de los detalles, que son los que acaban decidiendo los partidos. El equipo ferrolano, en ese sentido, quiere corregir los errores de Mérida, donde se interrumpió una racha positiva –once jornadas sin perder–, para volver a saborear un triunfo.
“Tenemos que ser nosotros mismos, tener personalidad”, explicaba el viernes Cristóbal Parralo. Para ello, el técnico del cuadro verde no ha desvelado sus cartas, pero todo hace indicar que repetirá el once de los últimos partidos. Con todo, como es lógico, no quiso adelantar nada en ese sentido porque, entre esos detalles que deciden los partidos está también el factor sorpresa: el que mejor reaccione tendrá más posibilidades de triunfar.