Al Racing la paso de largo otra oportunidad de meterse en la zona que da acceso al playoff de ascenso a Primera. La derrota con la que saldó su duelo ante el filial del Villarreal (1-0) lo priva de prolongar el triunfo logrado ante el Huesca pero, sobre todo, confirma que tiene un problema cada vez que juega fuera de casa. El duelo frente al colista demostró que, a estas alturas de campeonato, cualquier rival es complicado y que al cuadro verde le sigue faltando algo de regularidad.
Villarreal B y Racing trataron de imponer su estilo desde el pitido inicial a través de la intensidad que aplicaron a sus acciones. De ahí que los dos equipos generasen sus primeras ocasiones de gol, la más clara un remate del local Carlos Romero que el portero Cantero salvó “in extremis”. El cuadro verde, por su parte, trató de aprovechar la calidad de sus futbolistas más desequilibrantes, pero sin ser capaz de crear demasiado peligro sobre la portería del cuadro local.
Con el paso de los minutos, el control del filial del Villarreal se fue haciendo cada vez más notable. A través de la rápida circulación de pelota cuando tenía la posesión, el cuadro amarillo se fue adueñando de la situación y empezó a jugar casi exclusivamente en el campo rival. De todas maneras, sus intentos no llegaron a traducirse en ocasiones de gol, así que el equipo ferrolano consiguió que los apuros que pasó no fuesen excesivamente grandes y el partido llegase al descanso con el empate inicial y con todo por resolver.
No cambiaron demasiado las cosas tras el descanso, porque el Racing siguió siendo un equipo tan plano como lo había sido en la primera parte. Eso sí, poco a poco se fue acercando más a la portería contraria, a presionar más cerca de la portería rival... y a tener ocasiones para marcar, como pasó con un cabezado de Álvaro Giménez tras el centro desde la izquierda de Moi Delgado que se marchó demasiado alto. De todas maneras, el partido ya empezaba a tener otra pinta que al principio.
Con el paso de los minutos cada vez se fue haciendo más palpable el dominio racinguista, que incluso dispuso de ocasiones para adelantarse en el marcado. Un par de opciones de Iker Losada y otra de Álvaro Giménez se quedaron cerca de traducirse en gol, pero cuando parecía que mejor pintaban las cosas para la escuadra de la ciudad naval, el filial del Villarreal aprovehó la única opción que tuvo en la segunda parte para marcar por medio de Álex Forés tras recibir el pase interior realizado por Ontiveros.
Quedaban poco más de diez minutos para el final del partido y, a pesar de que el cuadro de la ciudad naval dispuso de ocasiones como para rescatar el empate –sobre todo una de Álvaro Giménez y otra final de Jon García–, el resultado final fue de una derrota que demora nuevamente la posibilidad de llegar al playoff.