Racing de Ferrol y Cádiz disputan el domingo en A Malata su particular duelo de cuarentena. Un partido en el que la formación de Gaizka Garitano puede abandonar, por fin, su “aislamiento preventivo” de la zona de salvación. Un paso adelante que los cadistas darían firmando incluso ese resultado que, asimismo, tan bien se le da al conjunto de A Malata, un empate –firma doce en esta campaña–. O, también, perdiendo, en función de lo que haga el Eldense a partir de las 16.15 horas.

Por su parte, la formación ferrolana alcanza la cifra de 40 encuentros en este ejercicio de Segunda División dispuesto a, ya superada la enfermedad y conocida la fecha de su “muerte” en la categoría, morir matando. No lo pudo demostrar en su último encuentro ante otro de los grandes desahuciados de este campaña, el Tenerife, sin nada en juego. Una situación que en esta ocasión no se repetirá al disputar los andaluces su encuentro en Ferrol antes que los de Elda en Castellón. 

A los ferrolanos les quedan sólo tres balas que disparar en Segunda, para, al menos, maquillar una imagen paupérrima y comenzarán esta cuenta atrás ante un Cádiz que llega a A Malata “con ganas de ganar. Tener tres puntos más y hacerlo fuera de casa, que hace un tiempo que no lo hacemos, son muchas motivaciones”, señalaba Garitano. 

Sin duda, muchas más que con las que ahora cuenta una plantilla racinguista que tiene que ser más egoísta que nunca para no seguir firmando, ya en el féretro para Primera RFEF, más records negativos para la entidad. Dar una mejor imagen individual y de equipo así como frenar esta sangría serán los empujes de una formación verde que, cabe recordar, no contará con su principal grupo de animación para este penúltimo duelo en casa, los Diablos Verdes, en protesta por los inaccesibles horarios que han sufrido en esta campaña de auténtica enfermedad y despedida verde.