Cada vez se hace más grande la bola de nieve que es la trayectoria del Racing. La victoria que logró sobre la SD Logroñés (0-2) eleva a ocho la racha de jornadas que lleva sin perder, además de situarlo momentáneamente en la tercera plaza. Pero, más allá del triunfo, lo mejor es la sensación de solidez que deja el equipo ferrolano, que rinde a buen nivel juegue quien juegue y que cada vez parece más cerca de sellar su clasificación para el playoff de ascenso a Segunda.
Apostó el Racing por situar a Quique Fornos como lateral derecho y por poblar el centro del campo con tres futbolistas para igualar la disposición de su rival. Y, aunque fue el equipo riojano el que protagonizó las primeras llegadas a la portería contraria –un disparo de Soberón desde dentro del área que fue rechazado por Gazzaniga–, en realidad la igualdad fue la característica de los primeros minutos del encuentro. Eso sí, sin que ninguno de los dos rivales dispusiese de ocasiones para estrenar su cuenta.
Poco a poco, el Racing se fue adueñando de la posesión de la pelota y, con ello, empezó a demostrar sus mejores cualidades. A saber: verticalidad por las bandas –especialmente por la izquierda con un Heber Pena que volvió a demostrar el buen momento en el que se encuentra–, potencial a balón parado –Álex López obligó al portero Jero Lario a despejar “in extremis” un lanzamiento que se colaba en su portería– y, sobre todo, seguridad defensiva.
Este panorama, sin embargo, no se tradujo en ocasiones para nadie. Parecía que el partido se dirigía al descanso con el empate inicial... hasta que Heber Pena volvió a aparecer para desequilibrar el marcador. Fue gracias a una colada del exterior naronés hasta entrar en el área, donde pasó a la posición de Joselu, que empaló al fondo de las mallas para hacer que los suyos llegasen al descanso por delante.
A la vuelta de los vestuarios, no tardó la SD Logroñés demasiado en intentar darle un cambio al partido a través de los cambios. De hecho, durante unos minutos la presencia de Arnedo en el centro del campo, pero sobre todo la de Jon Ander en la delantera, hicieron que el cuadro riojano fuese algo más incisivo. Sin embargo, sus intenciones no llegaron a significar peligro y, por contra, el cuadro verde aprovechó otra colada de Heber Pena por la izquierda, que fue cortada en falta dentro del área y le brindó la oportunidad de aumentar su renta a través de un penalti que Joselu convirtió en gol.
Significó este tanto la losa que dejó a la SD Logroñés casi sin fuerzas hasta al final del partido –solo en acciones puntuales generó un peligro que la defensa racinguista se encargó de abortar–. Enfrente, el Racing se fue encontrando cada vez más y más cómodo, cerrando el partido para asegurar su funcionamiento defensivo, buscar a la contra la ocasión de aumentar su distancia... pero sobre todo dejando pasar los minutos hasta vencer
Son tres puntos que aumenta su racha y lo consolidan en la zona que clasifica para el playoff de ascenso, pero, sobre todo, que le hacen sentirse mucho más fuerte.