De un blanco cegador se vestirá esta tarde A Malata para que O Parrulo ponga la primera piedra en su camino de regreso a la elite del fútbol sala nacional. Y con él, toda la ciudad y la comarca. Un blanco de equipo y afición destinado a deslumbrar a un Inagroup El Ejido –19.00 horas– al que, de inicio, los de Gerard Casas ya llevan ventaja... al menos por lo visto en la fase regular. Esa en la que los ferrolanos no supieron lo que era perder ante el grupo almerienses, tras firmar un empate y un triunfo. 

Sin embargo, un playoff por el ascenso supone el inicio de una nueva partida, sin puntos previos, y ya con O Parrulo creyéndoselo en una campaña en la que pocos, muy pocos, hubiesen imaginado un desenlace así. “Esa mala racha que pasamos nos ayudó a estar donde estamos”, señalaba Gabriel Morgato, recordando un inicio liguero en el que la pelea por la salvación parecía que iba ser el hábitat natural de los de Casas. Una apuesta totalmente equivocada, afortunadamente. 

O Parrulo, como apunta uno de sus capitanes, Iván Rumbo, quiere darle continuidad a una gran segunda vuelta que ha permitido que equipo y afición puedan disfrutar, como mínimo, de estos duelos de playoff ante el El Ejido. Y abriendo la  puerta a un sueño mayor: el ascenso. “Vamos a afrontar  este partido con mucha confianza y con muchas ganas de empezar”, cuenta el jugador, señalando que la formación ferrolana, una vez en harina “vamos a intentar ganar de todas las maneras”. 

Y es que Rumbo, uno de los veteranos de la plantilla, ya sabe lo que es hacer frente a estas importantes citas, si bien, y a pesar de partir como favorito en muchos de ellas “no lo conseguí”. Así, con O Parrulo llegando a base de trabajo y confianza a este playoff, el jugador espera que, al no contar con esta vitola de favorito cambien las tornas. “No lo somos pero no somos inferiores a nadie”, subraya, tras una campaña en la que el equipo ferrolano siguió trabajando igual o más cuando la situación era muy comprometida para estar donde están ahora. 

Superar este primer obstáculo no será nada fácil, lógicamente, pero tampoco lo era pasar de la cola a la cabeza. Para que “esos pequeños detalles” en los que parece que se decidirá el partido caigan del lado blanco, la numerosa afición que se espera llene A Malata será clave. “Siempre nos ayuda y los vamos a necesitar. Va a haber momentos duros y van a estar a la altura del partido”, señalaba el capitán Rumbo. 
 

Ganar como sea

Será esa afición la que cargue en su espalda parte de la presión que el propio equipo, a estas alturas de competición, se pone a sí mismo. Y es que para Casas, en esta línea ascendente, “no vale eso de disfrutar y pase lo que pase está bien. Hay que intentar ganar como sea”, sentencia el técnico. El trabajo de diez meses puede dar un fruto más o menos goloso en esta próximas semanas, en unos partidos que, como apunta el preparador “son los que dan sentido a nuestro trabajo”. 

Ese sentido y el hambre voraz con los que llega O Parrulo a este primer envite son los dos pilares sobre los que los ferrolanos quieren seguir construyendo la vía hacia Primera División. Eso sí, con una clásica filosofía de duelo a duelo “porque si pensamos en segundos o terceros partidos, nos vamos a ahogar y el partido de mañana –por hoy– es una final de 40 minutos y hay que intentar ganarla como sea”, dice Casas. 

Y para ello el entrenador podrá contar con todos sus jugadores –a excepción de un recién operado Aguayo– que, evidentemente, no se quieren perder uno de los partidos por los que han estado esperando desde que encontraron en su juego el botón de propulsión. Un ascenso logrado gracias al despertar de un potencial que el grupo ferrolano sabía que tenía y que, incluso en los malos momentos, les ha permitido y les permite soñar.