9º-13º
sábado | 27 abril | 2024
El Perlío cerró esta tarde una temporada histórica con el triunfo, el primero que consigue en este torneo, en la final de la Copa de Ferrol ante un Cebarca muy digno que no dejó de intentarlo hasta el final. El título, que no pudo lograr en las tres finales anteriores, se suma al ascenso a Primera Galicia para firmar así un curso redondo para el equipo de Gonzalo Beceiro.
En un campo de A Gándara con un ambiente espectacular –alrededor de 1.300 espectadores, muchos de ellos no pudieron ver los primeros minutos debido a la cola que se formó en la taquilla– el conjunto fenés salió mejor en el inicio, si acaso con más decisión para intentar ponerse por delante, y protagonizó las primeras aproximaciones al área de Canosa. Fue en ese arranque cuando llegaría el primer gol, obra de Iván San Emeterio, el gran protagonista de la final, con un “hat trick”.
Con ventaja fenesa, el guion del choque cambió. El Perlío, un equipo bien organizado en el campo, fue cediendo al Cebarca el control del balón, esperando coger desprevenida a la escuadra de Cerdido en una contra, aunque el Cebarca fue capaz de impedir que su rival crease más peligro que algún tiro lejano. Por contra, los pupilos de Mario López comenzaron a mostrar más claridad en la construcción, sobre todo en las botas de su capitán, Javi Rodríguez, que completó un partido extraordinario. Por él pasaron prácticamente todas las llegadas del Cebarca y fue precisamente en una acción iniciada por él como llegaría la igualada, con una descarga hacia Andrés Muiños en el carril central, que condujo unos metros y metió un pase a media altura a Álvaro Pita, que, llegando desde atrás, pudo llevarse el balón ante su par para batir por alto a Rafael Afonso.
Con veinte minutos todavía por disputarse de la primera parte, el Perlío tomó la iniciativa. Tras un par de llegadas sin mucho peligro, el central fenés Miguel Gabeiras conectó de cabeza un centro desde la derecha pero su remate, solo, se fue desviado. Aún tuvo otra clara cinco minutos después el campeón de Segunda Galicia, si bien el disparo de Braojos se marchó fuera por muy poco.
Sin embargo, pese a que eran minutos con más peso del Perlío, el Cebarca tuvo la ocasión de marcharse al descanso por delante en el marcador, cuando un balón le llegó a Javi Rodríguez al centro del área y en su remate a la media vuelta no pudo sorprender a un seguro guardameta fenés.
Penalti por mano
El escenario se presentaba, por lo tanto, más abierto de cara a la segunda mitad, pero sin tiempo casi de asentarse el árbitro señaló penalti por mano en el área del Cebarca. Apenas habían transcurrido dos minutos desde la reanudación y el Perlío no desaprovechó la oportunidad de volver a ponerse por delante. Iván San Emeterio no falló, pese a que el portero del Cebarca le adivinó las intenciones.
Los cerdidenses no tardaron en volver a asumir el protagonismo y se hicieron con el dominio de la posesión frente a un Perlío al que le costó mucho salir al contragolpe. En una de las primeras ocasiones, Javi Rodríguez enganchó un balón en la frontal, pero su derechazo se marchó ligeramente desviado.
El Cebarca lo siguió intentando, sobre todo a través de juego combinativo que la defensa fenesa pudo neutralizar, al menos para evitar remates francos. Con el paso de los minutos, los de Mario López comenzaron a acusar el cansancio, a pesar de que fue introduciendo cambios de refresco y claramente ofensivos, y dejaron de tener la claridad de los minutos anteriores.
El Perlío, entonces, aprovechó la ocasión y, exhibiendo una efectividad digna de un equipo que ha subido de nivel, sentenció el partido en una contra, con un balón largo a banda derecha que peleó Ismael Grandal, se lo llevó hasta línea de fondo y centró, pero el despeje del defensa lo aprovechó de nuevo Iván San Emeterio para hacer el tercero y cerrar un encuentro con el que el Perlío sella un año histórico.
Al igual que para el capitán, Rubén Varela, para el entrenador del Perlío, Gonzalo Beceiro, la de hoy era la cuarta final de Copa. Las dos primeras las disputó (y perdió) como jugador y las dos segundas, como entrenador. Por fin pudo romper el gafe y lograr un título que redondea un año histórico, con el ascenso a Primera Galicia. “Para nós, que tiñamos esa presión de intentar gañar non só a liga, senón tamén a Copa, a vitoria nos permite quitarnos un peso de enriba moi grande”, admitió.
Beceiro quiso felicitar a su rival en un partido “moi, moi duro para nós no que nos puxeron en apretos en varias fases”. Fue, explicó el preparador, la efectividad la que acabó decantando un choque con el que probablemente se despida del primer equipo, aunque insiste en que seguirá vinculado al club de sus amores.
