Pablo López habla en plural. El nuevo entrenador del Racing de Ferrol no viene solo. Esa fue una de las condiciones indispensables para que este herculino que cursó estudios de Ingeniería en Ferrol –"veía siempre entrenar al Racing"– iniciase hoy un nueva etapa en la que fue su casa durante más de cuatro años. López llegó por primera vez a A Malata con mascarilla –en 2020– con Emilio Larraz y vuelve a cara y pecho descubierto a la que considera una de sus casas, ahora arropado por otro hombre de verde, el exjugador David Pérez, como segundo de López; Roberto Valeiro, encargado de porteros y otro viejo conocido de la afición Kiko Corredoira, como preparador físico. 

"Imprescindible. El fútbol hoy en día se juega con grupos de personas", comentaba el entrenador sobre el desembarco de él y de los suyos, señalando asimismo, si bien todavía no se sabe cómo "nos ayudará Álex López, que está por ahí detrás, con sus conocimientos de jugadores y de la categoría". "Pablo ha pedido a sus ayudantes y el Consejo ha aceptado, como no podía ser de otra manera", subrayaba el dirigente Manuel Ansede a este respecto. 

López volvió a entrar por las puertas de A Malata acompañado por un presidente del Racing cargado de buenas palabras para el nuevo técnico verde y asimismo con muchas más clarificadoras para una afición deseosa de saber muchas respuestas a lo sucedido está campaña y asimismo de lo que acontecerá en la próxima. 

El dirigente del ente deportivo dio la bienvenida al preparador expresando lo que todo el racinguismo piensa. "Confiamos en que sea una buena temporada", señalaba sobre un técnico conocedor a la perfección de un lodo de Primera RFEF en el que él mismo estuvo peleando hasta hace pocas semanas con el Ourense CF y que consiguió sacudir para llegar brillante al Racing de Ferrol. 

Recuperar la alegría 

"Estoy muy ilusionado y quiero dar las gracias a Manuel Ansede, Tino Fernández y Carlos Mouriz", abría el preparador la que fue su primera comparecencia como nuevo técnico del Racing de Ferrol. "Vuelvo a la que considero mi casa", añadía López, comentando entre risas la cantidad de mensaje que había recibido en los últimos días de los numerosos amigos racinguistas con los que cuenta, y contará. "Me han bombardeado", subrayaba. 

Y la pregunta era clara tras un "annus horribilis". ¿Cuales son los objetivos de López y su equipo? "Volver al fútbol profesional", sentenciaba el entrenador. Eso sí, y sabiendo, como se ha visto, que el fútbol es el fútbol, que el papel y las palabras lo aguantan todo "tenemos que tener los pies en la tierra, porque es muy difícil". Una complejidad de la que ya es sobradamente conocedora la afición verde. "Hay equipos con presupuestos muy altos y que han tardado tres o cuatro años", comentaba López, refiriéndose, por ejemplo a la Cultural Leonesa del pontés Fornos o del eumés Luis Chacón. "Logró ascender manteniendo el bloque, el cuerpo técnico.. el año pasado fue sexta y este primero", recordaba. 

Competitividad y compromiso. Eso es lo que pide López, toda vez que se desconoce qué jugadores seguirán en la entidad, a los futbolistas que estarán a sus órdenes en esta nueva etapa de la entidad ferrolana. "Hay que recuperar la alegría y la ilusión que tenía ese equipo", comentaba López recordando el ascenso en Balaídos ante 5.000 aficionados que cantaban "Esto es Ferrol". Una lista de nombres para la que habrá que esperar, ya que, con el suyo ya como técnico, queda por conocer quién será el nuevo Director Deportivo de la entidad y aunar esfuerzos. 

"Quién se quede tiene que estar convencido del reto que hay que afrontar. La exigencia será máxima", sentenció el entrenador para evitar futuros malos entendidos. "Hay que hacer de A Malata un fortín. Y de eso en Ferrol sabemos bastante", añadía un técnico coral, "hay que estar orgullosos del equipo". 

Ambición y disfrute

Un orgullo que llegará con la implicación de cada una de las personas, especialmente sobre el terreno de juego, que recalen en las filas verdes y que “sean capaces de jugar aquí, porque es un campo que impone”, subraya poniendo sobre la mesa un nuevo aspecto a trabajar de manera especial como es el psicológico y del que ya viene “curtido”, tras una complicada campaña en las filas ourensanas. “Un equipo que estaba último y que recuperamos, ganando a equipos como el Valladolid y el Deportivo”, recordaba López, añadiendo que esa presión “va con la ambición de los jugadores y que disfruten... que también se disfruta trabajando, defendiendo, presionando...”. 

López llega a cara descubierta y con la espalda arropada por su equipo, regresando ahora a un Racing, si bien todavía con las mismas infraestructuras que cuando se fue, con mejores perspectivas. “La ciudad deportiva es una piedra angular y estamos encantados de ver su nacimiento”, comenta añadiendo que, mientras que no sea una realidad seguirán trabajando en A Gándara. 

Y a falta de conocer más caras en el castillo de López, lo que sí tiene claro el nuevo preparador del fortín verde es que “a la afición no hay que pedirle nada. Hay que darle las gracias”, mostrando su gusto y conformidad por el lema “Juntos somos más fuertes”, ya que para él “es clave que vayamos de la mano –refiriéndose tanto a afición como jugadores, empleados, medios, etc. Los necesitamos”

Y todo ello mientras el reloj corre. El Racing ha dado rápido el primer paso de llenar su banquillo para afrontar el regreso a Primera RFEF, por lo que ahora tendrá que continuar tachando ítems de una importante lista para hacer el mejor proyecto posible para salir del barro y regresar a los focos de Segunda División.