Pep Caballé no seguirá en las filas del Racing en su regreso a Segunda División. El futbolista menorquín finaliza su contrato la próxima semana, el 30 de junio, y será entonces cuando su camino y el de la entidad verde tomen rumbos diferentes. Una salida que se une a las de Padilla, Jardí y Enol Coto, ya que todos ellos llevarán a cabo la pretemporada para el próximo ejercicio con los clubes de los que procedían: Tenerife, Real Madrid Castilla y Sporting de Gijón, respectivamente.
La no continuidad de Caballé llega tras una complicada campaña en la que el de Mahón no contó con muchos minutos, 229 entre liga regular y final de campeones, que aprovechó, entre otros logros, para anotar dos tantos: el primero ante el Fuenlabrada el 12 de febrero y el segundo ante el San Fernando a principios de abril, con triunfo en ambos casos de un Racing que finalmente logró el ascenso a la categoría de plata.
Caballé llegó a las filas racinguistas en 2020, procedente del Ibiza y en 2021 sufrió una importante lesión –rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda–, a pesar de la cual el balear siguió contando con la confianza del club de A Malata, y viceversa. Es por eso que, a pesar de no contar con mucho tiempo en el terreno de juego, el jugador tampoco se planteó abandonar las filas verdes en el mercado invernal, a pesar de que su nombre sonaba como uno de los “posibles”. A pesar de su salida y de la próxima campaña no poder regresar con el club verde a Segunda, el de Menorca se marcha de las filas racinguistas como parte del “milagro” ferrolano, como él mismo definió a la consecución del ascenso.