Ahora que para el Racing acabó la competición de la temporada 23/24, es el momento de trabajar para que A Malata y A Gándara –los dos escenarios en el que el equipo ferrolano más tiempo pasa en su puesta a punto– estén en las mejores condiciones con vistas a la 24/25. Por eso, la empresa Calfensa, que se ocupa del cuidado de ambos escenarios, está realizando en ellos tareas de mantenimiento y regeneración para que estén en el mejor estado para el curso que viene.

Los trabajos están encaminados a regenerar la superficie de juego, algo que se hace siguiendo la misma estrategia en las dos ubicaciones. Se trata de eliminar la mayor parte del colchón de materia orgánica (“thatch”) que se ha ido acumulando en los últimos meses antes de realizar una resiembra. A partir de ahí, los campos son aireados y descompactados a través de una técnica de pinchado hueco. Posteriormente se aportó arena, fertilizantes y se realizó una resiembra.

Una vez hecho los trabajos, en las próximas semanas se realizará un seguimiento, tratamiento y mantenimiento en función del estado en que estén ambos campos. Porque, a pesar de que el planteamiento sea similar, ni la situación previa ni los plazos son iguales en las dos instalaciones, de ahí que la intensidad del proceso varía entre ambos lugares. Por ejemplo, en A Gándara las labores empezaron una semana antes con vistas a que el campo esté en condiciones para la segunda semana del mes de julio, cuando empieza la pretemporada. Mientras, en A Malata, la regeneración durará cinco semanas más hasta el primer partido liguero.