Ignacio Rivera, cabeza visible del Grupo Élite –accionista mayoritario del Racing–, se pasó por los micrófonos del programa Ao contraataque, de la Radio Galega, para hacer una valoración de la situación en la que está el club ferrolano tras la marcha del que era su director general y deportivo, Carlos Mouriz. Rivera reconoció que este había sido un año “nefasto”, pero mostró su ilusión por enmendar la trayectoria.
Con respecto a Mouriz, una persona de la que asegura haber aprendido mucho, dijo que la decisión de su salida había sido mutua. Además, de cara al futuro reveló que la idea es separar la dirección general –de la que dijo que seguramente asumiría alguien del equipo de Carlos Mouriz, como puede ser Cristina Valiño– y la deportiva, para la que se pretende que venga alguien joven y con fuerza y que espera anunciar dentro de unos días.
Además, aseguró que el próximo entrenador racinguista está casi cerrado –se puede anunciar esta semana–. Eso parece señalar a Pablo López, que ya estuvo en el cuerpo técnico racinguista y que esta temporada acabó dirigiendo al Ourense CF, en Primera RFEF, como principal candidato para hacerse cargo de la escuadra de la ciudad naval el siguiente curso.
Por último, Rivera habló también de la ciudad deportiva, aunque sin confirmar que el cuadro verde pueda realizar ya sus entrenamientos de pretemporada en Mandiá, que es donde está ubicada. De todas maneras señaló que el proyecto sigue en marcha a buen ritmo para que, dentro de unos años, puede estar totalmente terminada.