A pesar de ser casi otoño, los goles siguieron sin caer en A Malata, al menos en una primera mitad –las cosas cambiarían radicalmente en la segunda, como se deduce del 1-4 final– en la que, claramente, se pudo ver en el terreno de juego ferrolano el inicio de una “performance” bajo el título “verde sobre blanco”.
Si bien el encuentro comenzó con locales y visitantes de blanco inmaculado, no tardó mucho el grupo de Cristóbal Parralo en ir tiñendo el suero del “queso mecánico” en verde racinguista. No le sentó mal al grupo ferrolano cambiar de campo en esta primera mitad, atacando de inicio hacia el menos habitual fondo sur. Dorrio fue el primero en comenzar a afilar las puntas ferrolanas y no tardó ni tres minutos.
Fue el preludio del “correcaminos” en el que se convertiría el jugador vasco en estos primeros 45 minutos, finalizando con un centro al área al que ni Chiki ni Álvaro Giménez, en la misma línea, consiguieron dar caza. Tardó segundos en contestar el Albacete de Alberto González, con un balón que se paseó por delante de la meta de Ruiz, si bien a partir de aquí los blancos perdieron su pureza. Y lo hicieron gracias a un Racing que, aunque no pudo encontrar aquí la diana salvadora, la creación de ocasiones fue constante y casi abrumadora.
Centrando su ataque por la banda derecha de Dorrio y con un Señé agarrando con fuerza la batuta de director, el Racing encontró la partitura, al menos para crear una melodía con potencial de éxito.
En los siguientes diez minutos el acoso a la meta de Rivero fue verde oscuro. Primero, con Dorrio y un disparo por alto; a continuación con un tiro de Bebé que lanzó sin ángulo; un cabezazo del bilbaíno y un rechace de Chiki delante del área y el primero entre los tres palos del caboverdiano al muñeco, con Álvaro Giménez muy poco atento al rechace.
Y todo esto cuando pasaban poco más de 20 minutos en A Malata. Aquí llegó, increíblemente, el primer córner de los racinguistas, en el que Puric siguió buscando su gol de cabeza, de nuevo sin éxito. Mientras, el Albacete puso pequeños destellos blancos en valle verde con Riki y Agus Medina, ante un Racing en el que Bebé y Dorrio cambiaron de banda. Los visitantes se agitaron en estos últimos minutos para sacudirse el dominio racinguista en una A Malata que aguantó la respiración con Giménez en en suelo, si bien sin malas noticias posteriores.
Y si el Racing lo intentó hasta la saciedad en los primeros 45 minutos, al Albacete sólo le hicieron falta dos para podar las ramas verdes... casi por completo. Juanma remató a placer en el 47 (0-1). Un mazazo para la formación verde que pudo hacer algo más de la mano de Naldo y que, por contra, casi se transforma en el segundo blanco.
Parralo puso en liza a Jauregi y Gelardo por Chiki y un Bebé para el que se veía que no era un buen día en la oficina. Dorrio volvió a mostrar destellos de una primera mitad que parecía la continuidad del duelo gaditano, y el arranque de un nuevo camino racinguista, pero en esta segunda mitad comenzó otra actuación, la titulada “blanco sobre verde”.
Una pérdida de Gelardo se transformó en otra llegada entre los tres palos del “queso mecánico” con Jesús Ruiz salvando de nuevo a los suyos. Movió ficha González y, en este acomodo, la “torre” Puric demostró su altura, haciendo la primera de las dianas para su formación en cuatro partidos. El 1-1 en este minuto 72 tras el tanto del serbio de cabeza, finalizando la falta lanzaada por Señé, hacía creer en la remontada.
Pero aquí, y tal y como señaló Parralo en alguna ocasión, el Racing se tapó la cabeza y destapó los pies. La esperanza verde duró, exactamente, cinco minutos. Los que tardó Higinio en anotar el segundo –previo aviso de Riki poco antes– en otra duda defensiva racinguista. El 1-2 cuando el Racing ampliaba sus ramas y sacaba pecho noqueó por completo a los de Parralo, que dio entrada a Vallejo, Nacho y al debutante Correa. Ni este abono en la tierra racinguista hizo revivir a los futbolista locales.
El Albacete vio las dudas de los locales y aprovechó para entrar hasta el fondo abriendo la puerta de par en par para airear el armario anotador. Y de la casi remontada a la dolorosa goleada. Javi Rueda firmó el 1-3 en el 90, tras salvar Jesús otro, y haciendo ya leña del árbol caído, Juan María prendió fuego a A Malata.
Racing Club Ferrol: Jesús Ruiz, Delmás, Puric, Naldo, Álvaro Sanz (Rober Correa, min. 81), Chiki (Jauregi, min. 60), Josep Señé, Bebé (Gelardo, min. 60), Dorrio, Álvaro Giménez (Nacho, min. 85) y Moi Delgado (Manu Vallejo, min. 81).
Banquillo: Bernad, Yoel (porteros suplentes), Rober Correa, Álex López, Jauregui, Nacho, Gelardo, Manzanara, Manu Vallejo y David Carballo.
Albacete Balompié: Rivero, Álvaro (Javi Rueda, min. 79), Juan María, Medina, Ros, Juanma (Diego, min. 87), Riki, Fidel (Marchan, min. 65), Jon García, Meléndez (Higinio Marín, min. 65) y Quiles (Lazo, min. 79).
Banquillo: Raul Lizoain, Marchan, Higinio Marín, Lazo, Nabil, Diego González, Morci, Lalo y Javi Rueda.
goles: 0-1, min. 47: Juanma; 1-1, min. 72: Puric; 1-2, min. 77: Higinio Martín; 1-3, min. 90: Javi Rueda; 1-4, min. 96: Juan María).
Árbitro: Pérez Hernández (colegio madrileño).
Asistentes: López de la Llave y Rebollo Merino (colegio madrileño).
Cuarto árbitro: Clemente Manrique (colegio canario).
Tarjetas amarillas: Racing Club Ferrol: Álvaro Giménez (min. 46); Albacete Balompié: Higinio Marín (min. 78) y Juan María (min. 88).