8º-14º
miércoles | 1 mayo | 2024
Llegó el momento y el Baxi no falló. El Uni Ferrol regresa de Vitoria con el primer triunfo en su casillero y —lo más importante— con la sensación de que tiene la capacidad suficiente para caminar entre la élite del baloncesto sin complejos.
En el regreso del Universitario a la máxima categoría todo eran dudas. Los miedos y las inseguridades duraron cinco minutos, los que tardaron las vascas en hacerse con un encuentro que, parecía, iba a ser el inicio del suplicio de las ferrolanas por el nuevo escenaro. Un parcial de 8-2 —pocos puntos y mucho ritmo— así lo hacían presumir. Pero el Baxi tenía recursos y tiró de ellos.
Claudia Soriano se echó el equipo a la espalda y protagonizó un primer cuarto espectacular en el que anotó el primer triple del conjunto naval en su regreso a la Liga Endesa y cerró ese primer tramo con ocho de los 14 puntos de su equipo.
Al cambio de cuarto las ferrolanas aún llegaron en desventaja, pero entonces dieron un golpe en el pecho: “Aquí estamos”.
Con una inteligente combinación entre defensa en zona e individual, las de Lino López lograron adelantarse y alcanzar un 19-25 que desconcertó a las locales. Ni el tiempo muerto solicitado por su entrenadora fue suficiente para frenar el vendaval ferrolano, que se recogió en la caseta con un prometedor 28-33.
El Baxi había presentado sus credenciales y demostró que su fuerte es la ambición y su arma letal, Soriano y sus asombrosos 22 puntos.
El Kutxabank Araski necesitaba hacer algo. Con porcentajes pobres y sin una líder clara en pista, parecían aturdidas por el descaro de las chicas entrenadas por Lino López.
En la reanudación el Baxi exhibió otro de sus recursos. Las ferrolanas salieron más convencidas todavía de sus opciones y mientras las locales hacían esfuerzos por mantener el rebufo, veían como las ayer visitantes hilaban el juego con facilidad. Parecían ellas las veteranas.
Con Soriano en el banquillo, el Kutxa apretó los dientes y llegó a colocarse a tres puntos. Pero poco a poco las locales se iban cargando de faltas. A 5:11 para el fin del tercer cuarto regresó Soriano y mandó parar. La catalana estaba anoche tocada por una varita mágica e hizo lo suficiente —sólo dos puntos más, pero claridad en las transiciones— para que el tercer cuarto resultase emocionante y acabase aún con ventaja ferrolana.
En la recta fial, y cuando Soriano empezaba a dar síntomas de fatiga fueron Rachel Howard y Gala Mestres las que tomaron el relevo e hicieron todo lo posible por mantener la ventaja. Los dos últimos minutos fueron complicados, pero a las alavesas les faltó leer el ritmo del encuentro y guardar la calma, justo lo que hicieron las ferrolanas para firmar el primer paso de un largo camino.
