La vecindad de A Solaina quiere que la peatonalización “se adapte a la realidad del barrio”

Los afectados por las obras ponen en valor “la voluntad” de la corporación en favor de un diálogo en el municipio
La vecindad de A Solaina quiere que la peatonalización “se  adapte a la realidad del barrio”
Cruce entre la avenida de Santa Icía y Reis Católicos, una de las zonas afectadas | EMILIO CORTIZAS

La vecindad de Narón que se verá afectada por las obras de peatonalización que proyecta el Consistorio ha dejado claro desde el primer momento su preocupación por si estos trabajos “quedan como los de otras zonas del barrio” o por la supresión de estacionamientos ya que “el coche no es un lujo. En las casas hay dos vehículos y son para ir a trabajar, para llevar a los niños al colegio”, asevera el presidente del Club de Jubilados y Pensionistas Santa Icía, Francisco Luis Larrea.


Él es uno de los representantes de los colectivos a los que podría damnificar esta ejecución –al que se suman los comerciantes, los propios habitantes de la zona y las personas con discapacidad–, que piden que “se mantengan los objetivos europeos, pero adaptándolo [el proyecto] a las necesidades del barrio, que es algo que vemos que falta”, asegura Larrea. 


El jueves pasado, muchos de ellos estuvieron en la sesión plenaria extraordinaria que trató este tema en exclusiva. Al respecto, asegura que las diferentes agrupaciones políticas del municipio –TEGA, BNG, PSdG-PSOE y PP– “se sentaron a hablar y cedieron”, poniendo en valor la “voluntad de los cuatro para llegar a acuerdos. Eso es una realidad, quieren seguir hablando con nosotros y vemos que hay intención de cambiar las cosas”.


Asimismo, aseguran que la intención “no es echar para atrás la construcción de una calle peatonal, simplemente se busca una adaptación a la realidad”, ya que su temor es que se pierdan paradas de transporte público o que la cuestión del aparcamiento incida de manera directa en los diversos establecimientos que se encuentran en la zona, pudiendo llegar esta a perder clientela, puesto que lo que se defiende es “un barrio vivo en el que pueda haber oportunidades de futuro”.


Comparan la situación, en el peor de los casos, con las inversiones realizadas en polígonos empresariales en los que “no hay vías de transporte, ni conexiones con otros puntos, motivos que los hacen inútiles a pesar de los fondos”, explica Larrea.


Ponen el foco en la necesidad de conocer el “día a día” de la zona y, como consecuencia, llevar a cabo un proyecto que no altere la forma de vida de los vecinos y vecinas, así como la de todos aquellos que tienen su empresa en alguna de las calles en las que se acometerán las obras. 

La vecindad de A Solaina quiere que la peatonalización “se adapte a la realidad del barrio”

Te puede interesar